Dejen a esos niños y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos” (Mt 19,14)

En forma simultánea en las Vicarías San Andrés, Santo Domingo, San Antonio y San Vicente se efectuó la Jornada de la Infancia Misionera o DOMINF, el domingo 22 de febrero.

Alrededor de 2250 niños y niñas acudieron al llamado que la Dimensión de Evangelización y catequesis para expresar su solidaridad con los niños y niñas más necesitados de los cinco continentes del mundo.

Bajo el lema “Yo soy uno de ellos” los menores, alumnos regulares de tercero a sexto grados del Catecismo escolarizado, contemplaron y analizaron la situación del mundo, en especial la de los niños que sufren hambre, falta de amor y odios raciales y religiosos.

Miembros del CDEC y de las coordinaciones vicariales de Catequesis fueron los organizadores, apoyados por Catequistas de las diversas parroquias de la diócesis. Bajo su supervisión se llevó a cabo el programa del encuentro.

Entre los trabajos realizados en diversos momentos, se elaboraron carteles, maquetas y conclusiones escritas en las que mostraron su sentir y solidaridad con los niños y niñas que más sufren en el mundo. Hubo momentos de animación y reflexión a la luz del Evangelio.

En algunas sedes se contó, además, con la grata presencia del Obispo, Juan Manuel Mancilla Sánchez, quien después de compartir su alegría por ver a tantos pequeños reunidos en el amor de Jesucristo, les pidió juntar sus manitas, ponerse de rodillas y orar con Él: «Padre Dios, te amamos, te adoramos con todo nuestro corazón. Los niños te queremos amar, agradecer que enviaras a tu muy amado Hijo Jesucristo; Él nos enseñó a ser buenos, a no hacer daño, a alabar tu nombre. Bendice a los niños que sufren, a los niños que están solos. Hay muchos niños que no conocen las caricias, el amor, la comida.
Padre Dios, te consagramos nuestras vidas y nuestras familias. Ayuda a nuestros padres, que no les falte trabajo.
Padre Dios gracias por nuestros abuelitos, cuídalos. A los enfermos, a los que están tristes.
Te prometemos ser tu alegría y la de todos en nuestros hogares; cuida de nuestros catequistas, te pedimos por nuestras religiosas, bendice a nuestros sacerdotes, guía a nuestro Obispo, tu siervo. Amen»

A lo largo de la Jornada, los asistentes trabajaron arduamente pero también convivieron, compartiendo el pan y la sal en comunidad.

Visita la galería en FACEBOOK