Tulantongo, Texcoco, México, a 26 de julio de 2020. En el marco de la promoción de la vocación sacerdotal, iniciamos el preseminario en nuestra diócesis de Texcoco, con la participación de 24 jóvenes que, con gran alegría, entusiasmo y deseos de responder al llamado de Cristo, han querido  sumarse a los jóvenes que en nuestra provincia eclesial van a responder a Cristo, entregando su vida para ser los sacerdotes del futuro.

En estos días, los pre-seminaristas a través de diversas actividades y experiencias, realizarán un primer discernimiento sobre su vocación, tal discernimiento consiste en clarificar los motivos que los han llevado a participar como candidatos a ser seminaristas, es decir, buscarán clarificar, su identidad como llamados por Dios para ser sacerdotes; de ser así, habrán de continuar con la siguiente etapa de su formación sacerdotal, que consistirá en el curso introductorio, el cual consta de un año para seguir clarificando su vocación (discernimiento), su identidad como “llamados por Cristo” y a su vez, comenzarán a preparar su respuesta a Dios, es decir que, después de un primer discernimiento fuerte y maduro, podrán afianzar su identidad como llamados al sacerdocio, y posteriormente, podrán potenciar, a modo de “respuesta a Dios”, toda su vida (historia, experiencias, cualidades, virtudes, Dones, Gracias, Carismas y Frutos) a una sola finalidad, ser sacerdotes del Señor, en esto consiste el “sí” que todo joven llamado por Dios, si quiere seguir al Señor Jesús, deberá dar . 

Para que un joven escuche el llamado de Dios, se necesita del milagro de que haya quien eche las redes, para que un joven llamado por Dios le responda con valentía, amor, entrega y perseverancia, también se necesita del milagro de que haya quien lo forme adecuadamente y lo potencie a dar su “sí” con la vida. Ahí entran todos los agentes de pastoral vocacional, personas que oran por las vocaciones, las familias de los jóvenes que los apoyan en su intención de seguir a Cristo, los formadores del seminario y todas las personas que en su vida les ayudarán para que sean santos sacerdotes del Señor Jesús.