Lectio Divina para los católicos asiduos a la vida de la Iglesia, laicos comprometidos, seminaristas, consagradas, consagrados y sacerdotes.
Diócesis de Texcoco
Pastoral de Multitudes
Lectio Divina para los católicos asiduos a la vida de la Iglesia, laicos comprometidos, seminaristas, consagradas, consagrados y sacerdotes
¡Una carta soy yo!
Junio 2020
Lectio Divina “Una carta soy yo”
Los católicos asiduos a la vida de la Iglesia, laicos comprometidos, seminaristas, consagradas, consagrados y sacerdotes viven conscientemente la importancia de ser enviados por Jesús a ser presencia significativa en un mundo abatido por el miedo y la desesperanza, a través del ejercicio de la lectio divina “Una carta soy yo”, a fin de experimentarse mensaje de Cristo para el hermano, testigos y profetas de la verdadera alegría, esperanza y fraternidad.
Oración Inicial
Espíritu Santo Consolador, estás aquí entre nosotros, gracias por tu presencia discreta y actuante; concédenos la gracia de vivir conscientemente en tu presencia, que nuestros corazones se mantengan firmes y fuertes en tu amor.
Con la certeza de que tú nos acompañas, nos instruyes y guías en la verdad, confiamos a tu cuidado a nuestros seres queridos, y en ellos a toda la humanidad. Concede sabiduría y ciencia a todos los que laboran en el área de la salud para que puedan encontrar la cura a los males físicos que aquejan el cuerpo; otorga entendimiento y piedad a todos los católicos asiduos a la vida de la Iglesia, laicos comprometidos, seminaristas, consagradas, consagrados y sacerdotes para que podamos atender diligente y prudentemente las necesidades espirituales y materiales básicas de nuestros hermanos más cercanos; confiere consejo y temor de Dios a los dirigentes de todas las naciones para que puedan servir colegiadamente a tu pueblo bajo la premisa del bien común.
Que tu amor nos sostenga seguros, fieles y valientes día a día. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Texto Bíblico: 2 Corintios 3, 2-8.
Ustedes son nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres. Evidentemente son una carta de Cristo, redactada por ministerio nuestro, escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones. Esta es la confianza que tenemos delante de Dios por Cristo. No que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como propia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios, el cual nos capacitó para ser ministros de una Nueva Alianza, no de la letra, sino del Espíritu. Pues la letra mata, más el espíritu da vida.
Que si el ministerio de la muerte, grabado con letras sobre tablas de piedra, resultó glorioso hasta el punto de no poder los hijos de Israel fijar su vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, aunque pasajera, ¡cuánto más glorioso no será el ministerio del Espíritu!
Palabra de Dios.
Contexto histórico-pastoral
a) El gran apóstol-misionero San Pablo, tuvo experiencias dolorosas y amargas de parte de sus adversarios, que se autodenominaban “súper apóstoles”, y para respaldar su actividad hostil contra Pablo, presentaban “cartas” que los acreditaban como apóstoles; y que querían imponer a los cristianos, provenientes de la gentilidad, algunas prácticas judías, tales como la circuncisión y leyes alimentarias.
b) San Pablo, en legítima defensa de autenticidad apostólica, habla de su comunidad de Corinto como su “carta” de presentación porque él la fundó hacia el año 50 d. C., durante su segundo viaje misionero. San Pablo acompañó durante 18 meses a la comunidad cristiana de Corinto.
¿Qué dice el texto? (2 Cor 3, 2-8)
a) La “carta” en cuanto escrito, suponiendo que sea auténtico, es un testimonio fidedigno, porque la “carta” adquiere seriedad, perennidad en la historia, tanto que cualquier persona puede leerla e interpretarla.
b) Cuando san Pablo escribe: “vosotros sois nuestra carta escrita en nuestros corazones”, apela no a un documento de papel, sino a una “carta abierta”, a una “comunidad viva” fruto de su apostolado misionero. Una comunidad viva considerada un recinto del Espíritu Santo, porque la había enriquecido con múltiples dones y carismas (1 Co 12-14).
c) Así pues, la comunidad cristiana de Corinto es una “carta de Cristo” porque san Pablo les predicó un Cristo Crucificado; y los corintios lo aceptaron por la fe, ya que la predicación de Pablo fue “una demostración del Espíritu y del poder… para que la fe de los Corintios se fundara en el poder de Dios” (1 Cor 2, 4-5).
d) San Pablo hace una brillante oposición entre la alianza antigua, cuyo mediador es Moisés, y la ALIANZA NUEVA, cuyo mediador es Jesucristo. En efecto, en el monte Sinaí Dios hizo una alianza con Israel, cuyo contenido quedó escrito en “Tablas de piedra”, las cuales fueron hechas añicos por Moisés cuando Israel sucumbió en la idolatría del becerro de oro. San Pablo inspirándose tanto en este acontecimiento como en la profecía de Jeremías (31, 31-33) y Ezequiel (36, 25-27), insiste en la interioridad del corazón donde actúa el Espíritu de Dios.
e) “La letra mata, el Espíritu da vida”. Se trata de la “Letra”, como ley escrita externa del Antiguo Testamento comparada con el Espíritu, ley interior del Nuevo Testamento.
Preguntas para la reflexión
1. ¿De qué manera entiendo que soy una carta de Cristo?
2. Si soy una carta de Cristo, ¿cómo tengo que relacionarme con Dios para ser su carta?
3. Dios me encomienda ser puente de unión y amor entre su Pueblo y Él, en este momento de la historia de la humanidad, ¿cómo descubro la confianza de Dios en mí?
Interiorización
El Equipo Diocesano de Pastoral de Multitudes ha escrito este canto para los católicos asiduos a la vida de la Iglesia, laicos comprometidos, seminaristas, consagradas, consagrados y sacerdotes; con el fin de ayudar a reflexionar sobre la importancia de su presencia como enviados en esta realidad actual, tan desafiante como llena de oportunidades.
Una carta yo soy
Una carta yo soy escrita por Dios, escrita por Dios,
una carta yo soy. (2)
Creamos lazos de unión llevamos mensajes de amor la experiencia en Dios
el Padre de la compasión.
Una carta yo soy escrita por Dios, escrita por Dios,
una carta yo soy. (2)
Somos el puente de unión entre el pueblo de Dios
y su mensaje de amor para vivir la comunión
Una carta yo soy escrita por Dios, escrita por Dios,
una carta yo soy. (2)
Proclamando la salvación en la experiencia de Dios un Dios que resucitó
y su Espíritu nos regaló
Una carta yo soy escrita por Dios, escrita por Dios,
una carta yo soy. (2)
Cristo carta de amor
mi modelo de misión mensaje que el Padre nos dio el nuevo enviado soy yo.
Letra: Equipo Diocesano de Pastoral de Multitudes.
Arreglo musical: Salvador Díaz Borbolla y Saraí Navarrete Martínez. Interprete: Blanca Álvarez Rodríguez.
Oración personal
La Palabra ¿Qué me hace decirle a Dios?
Los católicos asiduos a la vida de la Iglesia, laicos comprometidos, seminaristas, consagradas, consagrados y sacerdotes, realizan una oración personal.
Compromiso personal
Los católicos asiduos a la vida de la Iglesia, laicos comprometidos, seminaristas, consagradas, consagrados y sacerdotes, eligen uno o algunos compromisos como parte de asumir el ser una verdadera carta de Cristo para los hermanos más necesitados.
Ejemplos:
- Relajaré mi rostro y brindaré un saludo y una sonrisa a quienes me encuentre en mi camino.
- Ayudaré económicamente, según mis posibilidades, a mi prójimo.
- Compartiré mi alimento con quienes “están en casa y sin trabajo”.
- Me haré presente, de manera prudente y significativa, con quienes sufren la pérdida de un ser querido, etc.
Oración Final
Espíritu de verdad, Espíritu de amor y bondad, a ti confiamos nuestros anhelos y esperanzas; renueva nuestras ganas de amar y servir; permite que seamos instrumentos dóciles a tus inspiraciones para que Tú puedas hacer nuevas todas las cosas y la faz de la tierra se renueve.
Madre nuestra, Virgen María, muéstranos nuevas formas y nuevas maneras de ser, de amar y servir; que nuestro sí sea semejante al tuyo, sostenido, generoso y colmado de amor. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.Espíritu Santo fuente de Luz, Ilumínanos.
Con María todo, Sin ella nada.