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Que como jóvenes podamos descubrir en Cristo la realización plena de nuestra dignidad, y lo proyectemos a nuestros hermanos en los diferentes ámbitos en que nos desenvolvemos.

San Sebastián, Texcoco, Estado de México a 15 de enero de 2012. Se llevó a cabo este encuentro, en el que participaron 75 jóvenes representantes de grupos de Acción Católica de las diferentes diócesis de la República Mexicana.

Dentro de las actividades se presentó el libro “Manual de Formación” tomo I,  elaborado por integrantes de los Comités Nacionales en comunión con el Pbro. Alberto Guadalupe Medellín Alanís, Asistente Eclesiástico Nacional. Se planea conformar tres tomos con temas de importancia para los jóvenes, bajo el lema “Jóvenes creciendo en edad, sabiduría y gracia”.  

Posteriormente se realizó la planeación anual por zonas con el fin de fortalecer la formación integral entre los militantes. Para finalizar se discutieron y llevaron a consenso  algunas actividades a realizar durante este año, como la Peregrinación al Cubilete, el Encuentro cultural deportivo,  la propuesta para realizar el encuentro nacional en el mes de octubre, la propuesta de Sede para el próximo encuentro y  la venta y promoción de libro y la revista cultural cristiana.

Por último se entregó de un reconocimiento a las Diócesis de: Texcoco, Tlaxcala, Nezahualcóyotl,  Toluca, Cd. Victoria y Tehuacán por manos de María Guadalupe Espinoza Iñiguez, Presidenta Nacional de la JCFM y en presencia del Asistente Eclesiástico Nacional de la ACJM y JCFM, por la entrega al  trabajo realizado en la campaña 2011.

Por la tarde fueron recibidos por el Obispo de Texcoco, Juan Manuel Mancilla, mismo que presidió la Santa Misa Dominical acompañado por el Pbro. Alberto Guadalupe Medellín Alanís y el Pbro. Víctor Manuel Tolivia, Canciller de Texcoco.

En su homilía, el Obispo exhortó a los feligreses a cultivar la sensibilidad, la capacidad de responder a Dios y de involucrarse más en su plan divino. “qué importante es cultivar desde niños la capacidad de escuchar y de sensibilizarnos a la voz de Dios”. Terminó su homilía con este pensamiento: “Siembra en tu corazón un buen pensamiento y recogerás un buena obra; siembra una buena obra y recogerás una buena costumbre; siembra una buena costumbre y recogerás tu destino”.