«Señor, yo te alabo porque tú me libraste, porque no has permitido que mis enemigos se burlen de mi.
Señor, mi Dios, te pido ayuda y tu me sanaste»
«Señor, yo te alabo porque tú me libraste, porque no has permitido que mis enemigos se burlen de mi.
Señor, mi Dios, te pido ayuda y tu me sanaste»