«¡Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has abandonado?!
¿Porqué no vienes a salvarme?
¿Porqué no a tiendes a mis lamentos?
Dios mío, de día y de noche te llamo y no me respondes,
no hay descanso para mi».
«¡Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has abandonado?!
¿Porqué no vienes a salvarme?
¿Porqué no a tiendes a mis lamentos?
Dios mío, de día y de noche te llamo y no me respondes,
no hay descanso para mi».