«Señor el rey esta alegre porque le has dado fuerzas,
esta muy alegre porque le has dado la victoria,
has pues, cumplido sus deseos, no le has negado sus peticiones;
las recibiste con grandes bendiciones y le pusiste una corona de oro fino.
Te pidió vida y se la diste, vida larga y duradera.
Gracias a tú ayuda es grande su poder,
le has dado el honor, la dignidad, le has bendecido para siempre;
con tú presencia lo llenas de alegría».