«Que el Señor te escuche cuando estás angustiado, que el dios mismo de Jacob te defienda.

Que te envíe auxilio y ayuda desde el Santuario de Sión.

Que se acuerde de todas tus ofrendas y acepte con agrado tus holocaustos.

Que cumpla con tus deseos y lleve a cabo todos tus planes».