«El cielo proclama la gloria de Dios, su creación nos habla, la bóveda, los días se cuentan entre si, las noches hacen correr su voz y aunque se escuchen las palabras, ni se oye voz alguna. Su mensaje llena a toda la tierra hasta el ultimo rincón del mundo, ahí Dios puso un lugar para el sol y este sale como un novio de la habitación nupcial, y se alegra como un atleta al emprender su camino; sale el sol por un lado del cielo y da vuelta hasta llegar al otro lado, sin que nada pueda huir de su calor».