Texcoco, Méx. 27 de abril de 2014. En el marco del segundo domingo de la Pascua de Resurrección o también llamado de la “Divina Misericordia”, la Iglesia Universal se llenó de una alegría inmensa al haber recibido dos nuevos santos en las personas de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, quienes dieron su vida completa por el bienestar y renacimiento de los cimientos de la Iglesia que Cristo fundó hace más de 2000 mil años.

Esta es la primera celebración en la que participaron al mismo tiempo dos pontífices, Benedicto XVI quien es papa emérito y Francisco I quien hace algunos meses cumpliría su primer año de pontificado. Los procesos de beatificación-canonización de ambos llevaron diferentes tiempos, los cuales fueron así:

–    Juan XXIII fue conocido por ser el “Papa bueno y de la paz” fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de septiembre de 2000 y subió a la gloria de los altares sin esperar a la confirmación de un segundo milagro preceptivo en el camino hacia la santidad. El fallece el 03 de junio de 1963, dos años después, Pablo VI propone la apertura del proceso de beatificación, tuvieron que pasar más de 30 años para que Juan Pablo II promulgara en 1999 el decreto con el que reconocía las virtudes heroicas de Juan XXIII y era declarado «venerable», primer paso hacia la beatificación. El 27 de enero de 2000 se le reconoce el milagro de curación «científicamente inexplicable» por su intercesión de la religiosa italiana Caterina Capitano, a punto de morir por una peritonitis aguda y finalmente fue el 03 de septiembre cuando es beatificado.

–    Juan Pablo II quien fuera el “Papa viajero”. Su proceso de canonización fue el más rápido dentro de los márgenes marcados por la Iglesia, y el cual fue iniciado en el 2005, año de su muerte, por deseo expreso de Benedicto XVI que modificó la norma y dispensó del cumplimiento de los cinco años de su muerte preceptivos en la legislación canónica. Proclamado beato en 2011, fue un hecho sin precedentes ya que en los últimos diez siglos de historia de la Iglesia Católica ningún papa proclamó beato a su predecesor. El cardenal vicario de Roma, Camilo Ruini, firmó el edicto de la causa de beatificación y canonización el 18 de mayo de 2005, ese mismo año se abrió oficialmente el proceso de su beatificación en la Basílica de San Juan de Letrán de Roma. En el 2006 se hizo público el milagro seleccionado para avalar la beatificación el cual fue el milagro de curar a una religiosa francesa de Parkinson. En 2009 Benedicto XVI lo proclama “venerable” por sus virtudes heroicas, en 2011 se reconoció el milagro de la curación de la monja Marie Simón-Pierre aquejada de Parkinson y ese mismo año fue proclamado beato por su predecesor, después de 6 años y un mes de su muerte.

La ceremonia fue concelebrada por 150 cardenales, más de 1.000 obispos y unos 6.000 sacerdotes de todo el mundo. Los representantes de las 122 delegaciones oficiales que confirmaron su asistencia, entre las que se encontraban 24 jefes de Estado y 10 jefes de Gobierno.