Durante la homilía dominical de la eucaristía de este 29 de diciembre, en la Santa Iglesia Catedral, en el marco de la celebración de la Sagrada Familia, Mons. Juan Manuel Mancilla expresó que “en la historia humana, en la historia de la salvación no existe una familia modelo”, pero manifestó que “el verdadero, el perfecto modelo de familia lo hizo Jesucristo, Nuestro Señor, con su Iglesia”. Jesucristo “amó y se entregó a su iglesia, vivió para su Iglesia, le entregó todo. Nos regaló a su padre, nos regaló su espíritu, nos regaló a la Santísima Virgen, nos regaló a los apóstoles, nos regaló los sacramentos (…) nos regaló, su doctrina, su Palabra, su ejemplo, su enseñanza (…) ese es el modelo perfecto de un gran amor.”
El Obispo explicó a los fieles asistentes a la misa que “la familia que Dios soñó, la familia que Dios necesitó es la de la Iglesia Católica, es la que se construye en Jesucristo”, y enunció algunos elementos que ayudan a conformar la familia de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia y en los cuales hay que poner especial cuidado.
“La Iglesia nos enseña a ser compasivos, a ser magnánimos, humildes, la soberbia destroza personas, pueblos, naciones; ser afables, educados, atentos, que sepan convivir, pacientes, perdónense, sopórtense; y sobre todas estas virtudes, el amor”, comentó el obispo.
“Pidamos al Señor que en nuestra diócesis nunca nos falte el amor. Yo les confieso que lo que tanto disfruto en mi diócesis es la unión de los sacerdotes”, y agregó que “tendremos muchos defectos pero los sacerdotes, el presbiterio de Texcoco, está muy unido a su obispo (…) hay unión porque hemos tratado de amarnos (…) habiendo unión, hay amor”.
Esto vamos aplicándolo a nuestras familias, allí debe brillar, brotar el amor y entonces estaremos unidos. Cuiden sus corazones y que ahí esté la Paz de Cristo. Sean agradecidos. Esta familia que se llama la iglesia Católica nos enseña a ser agradecidos, cuando yo me fijo en esta palabra sufro porque, por ejemplo, el obispo ¿cuándo puede agradecer tanto amor, tanto cariño del pueblo? ¡imposible! tengo que hacer oración y decirle Padre Dios, cuida, protege, engrandece, santifica, defiende a mi pueblo. ¿Uno con qué paga?”, dijo don Juan Manuel Mancilla.
Finalmente, invitó a la feligresía “alaben a Dios y canten… el canto es para hacer hermosa la Palabra y la enseñanza de Dios, y motivarlos a ustedes.”
“La única familia es Cristo y su Iglesia, la única relación a la que no debemos renunciar jamás es a la relación con Cristo y con su Iglesia, la única fuente de vida, de amor, de inspiración es Jesucristo y su Iglesia”, concluyó el Obispo de Texcoco.