Ser ministros significa ser servidores y constructores de comunión.

Texcoco, Méx., 16 de marzo de 2020. En el marco de la fiesta en honor a san José, esposo de la Virgen María, a quien está encomendado el patrocinio del Seminario Diocesano de Texcoco, se llevó a cabo la celebración Eucarística a las 17:00 hrs., en la cual el Pbro. Eliseo Oloarte Esquivel, rector del Seminario, delegado por Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, Obispo de Texcoco, recibió la candidatura a las órdenes sagradas de los seminaristas: Javier Mundo Garay, Jazmír Israel Gómez Tirzo y Miguel Ángel Gallardo López.

Esta celebración fue oportuna para instituir en el Ministerio de Acólito a: Adrián Arellano Montes de Oca, José Hugo Vázquez Núñez, Salomón Baltazar Albarrán, Juan Carlos Flores Valverde, Enrique Gutiérrez Acosta. También se instituyó Ministros Lectores a los seminaristas: Miguel Ángel Gallardo López, Marco Antonio Velasco Reyes, Juan Carlos Cayetano Hernández y a J. Jesús Ramírez Luviano. 

La santa Misa fue presidida por el padre Eliseo Oloarte y concelebrada por: el Pbro. Erasto Pacheco Ramos, vicario episcopal de san Antonio y párroco en san Miguel Coatlinchan; Delfino Quintero Vázquez, párroco en san Diego – Xochimanca; Pbro. Tomás Cuapio Bautista, párroco en san José – Chicoloapan; Pbro. Miguel Ángel Cedillo; Pbro. José Luis Sánchez Tetlalmatzin, párroco en santa Mónica – Chimalhuacán; los presbíteros de la comunidad de religiosos Amigos de Jesús: Fray Antonio Muñiz Espinosa, superior general de la comunidad religiosa y párroco en san Francisco – Chicoloapan, Fray Martín Alejandro Torres Muñoz, párroco en san Bartolomé Apóstol -Tequisistlán y Fray Miguel Ángel Tzuc Euán, párroco en la Magdalena – Panoaya; y los sacerdotes del equipo formador del seminario.

El padre Eliseo expresó los saludos y bendiciones de Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, Obispo Diocesano, que por motivos de salud no pudo estar presente e invitó a quienes fueron admitidos a las órdenes sagradas y a los instituidos ministros y lectores, meditar sobre la vida de san José, esposo de la Virgen María y padre del niño Jesús, meditar sus virtudes: justo, fiel y obediente. Los exhortó a ser sencillos, valientes y fieles a imitación de san José: “como san José queremos también construir una casa, un hogar, una auténtica comunidad. Lo podemos hacer si recordamos que ser ministros significa ser servidores, estamos llamados a servir, a ser constructores de comunión, constructores de hogares donde se adore a Jesús, donde se aprenda a respetar al hermano, donde se experimente el auténtico amor”, expresó.

Al término de la celebración, los seminaristas compartieron el pan y la sal con familiares, amigos y bien hechores, en una animada convivencia.

Confiamos a estos seminaristas a san José para que les ayude a mantener fiel su vocación.