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LECTIO DIVINA

FIESTA DE CRISTO REY

20 de noviembre de 2022

“En la Diócesis de Texcoco, nos reconocemos, valoramos y aceptamos como personas para ser casa y escuela de comunión”

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo, ilumínanos con tu luz y tu verdad para poder entender la Palabra, y por medio de esta Palabra que es vida, sepamos reconocer a Jesucristo como Rey del universo, y podamos dar a conocer ese reinado de verdad y justicia, amándonos entre hermanos y aceptándonos tal y cual somos. Te los pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

  1. LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO (Lc 23, 35-43)

¿Qué dice el texto?

Cuando Jesús estaba ya crucificado, las autoridades le hacían muecas, diciendo: “A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si Él es el Mesías de Dios, el elegido”.

También los soldados se burlaban de Jesús, y acercándose a Él, le ofrecían vinagre y le decían: “Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo”. Había, en efecto, sobre la cruz, un letrero en griego, latín y hebreo, que decía: «Éste es el rey de los judíos».

Uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesús, diciéndole: “Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros”. Pero el otro le reclamaba, indignado: “¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Nosotros justamente recibimos el pago de lo que hicimos. Pero éste ningún mal ha hecho”. Y le decía a Jesús: “Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí”. Jesús le respondió: “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”.

Palabra del Señor.

Contexto bíblico

El relato de Lucas de la crucifixión se diferencia de los de Marcos y Mateo en varios puntos:
Con Marcos y Mateo, la burla de Jesús por los soldados toma lugar en la jefatura del gobernador en vez del lugar de la crucifixión (Mc 15, 16-20; Mt 27, 27-31). Lucas no menciona la palabra Gólgota. Lucas usa la palabra “criminales,” mientras que Marcos y Mateo usan una palabra más específica, “bandidos.” Ni Marcos ni Mateo mencionan la oración de Jesús, “Padre, perdónalos” (v. 34), ni mencionan al criminal que se arrepiente, ni la promesa de Jesús, “Hoy estarás conmigo en el paraíso” (v. 43).

Lucas menciona la oscuridad y el derrumbamiento del templo, pero no menciona el terremoto que rompió piedras y abrió tumbas, resultando en la resurrección de los santos que se habían dormido (Mc 15, 38; Mt 27, 51-52). Lo más probable es que estas diferencias reflejan un énfasis propio de san Lucas (el perdón, la preocupación por los ignorantes y los proscriptos) en vez de un recurso diferente.

Texto bíblico

A) Viva el Rey de los judíos

Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas diciendo: “Ha salvado a otros; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido” (v. 35). Alrededor de la cruz se agrupan todos aquellos que han encontrado a Jesús en los tres años de su vida pública. Y aquí, frente a una Palabra clavada sobre el madero, se desvelan los secretos de los corazones. El pueblo que había escuchado y seguido al rabino de Galilea, que había visto los milagros y los prodigios, estaba allí sentado mirando: la perplejidad en las caras, mil preguntas en el corazón, la decepción y la percepción de que todo acaba allí. Los jefes hacen muecas y mientras dicen la verdad sobre la persona de Jesús: el Cristo de Dios, su elegido. Ignoran la lógica de Dios aun siendo fieles observadores de la ley hebraica. Esta invitación que encierra tanto desprecio: Que se salve a sí mismo… narra el final recóndito de todas sus acciones: la salvación se conquista de por sí, observando los mandamientos de Dios.

Tres grupos se mofan de Jesús (vv. 35-39). Los líderes se burlan (Gr. Ἐξεμυκτήριζον, exemukterizon); los soldados se mofan (Gr. ἐνέπαιξαν, enepaixan); y el criminal lo ridiculiza (ἐβλασφήμει, eblasphemei). En cada caso, la burla se basa en el motivo de salvación que trae Jesús como Mesías. Si Jesús es Mesías, su misión es la salvación (1, 69, 2:11; 30). ¿Cómo puede salvar a la gente si no se puede salvar a sí mismo? Las ironías, por supuesto, son que:

La salvación por la que aclaman es temporal; la salvación que Jesús efectúa es eterna. La cruz es el lugar donde Jesús efectúa la salvación. Si se salvara a sí mismo, abandonaría su ministerio de salvación. Reza por la salvación de aquéllos que se burlan de él. Salva al criminal arrepentido. Las tres burlas recuerdan a las tres tentaciones anteriores de Jesús (4, 1-13).

Ahora los líderes dicen, “¡A otros hizo salvos: ¡sálvese a sí, si éste es el Mesías, el escogido de Dios!” (v. 35). Los soldados dicen, “¡Si tú eres el Rey de los Judíos, sálvate a ti mismo!”

(v. 37). El criminal dice, “Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros” (v. 39).

Cada uno de estos seis desafíos tienta a Jesús a demostrar que es el Mesías. Le tientan a usar su poder por razones egoístas en vez de por servidumbre. Sin embargo, en cada uno se mantiene firme en su misión y, por lo tanto, derrota al tentador.

Cuando los líderes se refieren a Jesús, burlándose, como el “elegido” de Dios (Gr. ἐκλεκτός, eklektos), repiten el lenguaje de Isaías 42, 1, “mi elegido en el que mi alma se deleita.” Dios también dijo en la Transfiguración, “Éste es mi Hijo, mi Elegido; ¡escúchenle!” (9, 35). Cuando los líderes se refieren a Jesús como el elegido de Dios, confiesan más de lo que quieren. “Escarnecían de él también los soldados, llegándose y presentándole vinagre, y diciendo: Si tú eres el Rey de los Judíos, sálvate a ti mismo” (vv. 36-37,Mt 27, 48; Mc 15, 36; y Jn 19, 29-30). La oferta del vino recuerda al Sal 69, 21, donde el regalar el vinagre para beber se anota como un insulto. Proveen para él una bebida de acuerdo con la evaluación de su estatus: vino barato, un regalo burlesco para un Rey.

Había, en efecto, sobre la cruz, un letrero en griego, latín y hebreo, que decía: «Éste es el rey de los judíos. (v. 38). Tales inscripciones son de costumbre. Informando a los que pasan de la naturaleza del crimen, que Roma espera impedir crímenes futuros.

Lo que le pasa a Jesús en la cruz cumple con varias profecías: “Todos los que me ven, de mí se burlan” (Sal 22, 7). “Partieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes” (Sal 22, 18). Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre” (Sal 69, 21).

“Este es el rey de los judíos”. Realmente una burla, la pequeña tabla de su culpa: Jesús es el culpable de ser el rey de los judíos. Una culpa que en realidad no lo es. A pesar de que los jefes hayan tratado de aplastar la legalidad de Cristo como han podido, la verdad se inscribe sola: Este es el rey de los judíos. Este, y no otro. Una legalidad que atraviesa los siglos y que pide a las miradas de los transeúntes que se detengan con el pensamiento sobre la novedad del Evangelio.

B) Hoy estarás conmigo en el Paraíso

Los dos criminales piden ser salvados:

El primero lo hace desde un punto de incredulidad (v. 39), pero el segundo lo hace desde un punto de fe (v. 42): El primero no admite que ha cometido ningún mal y le critica a Jesús. El segundo admite su culpa y la inocencia de Jesús. El primero solo quiere librarse de su cruz para poder continuar su vida tal como era. El segundo le pide a Jesús que se acuerde de él cuando entre en su reino, una visión mucho más significativa de salvación. El primero no recibió nada, pero el segundo recibió todo lo que pidió.

“Pero este ningún mal ha hecho” (v. 41). Éste es uno de varios testimonios de la inocencia de Jesús. San Lucas relata un testimonio similar por parte de Pilatos (23, 4; 14, 22) y Herodes (23, 15). Al concluir la crucifixión, el centurión que está a cargo también atestiguará, “Verdaderamente este hombre era justo” (23, 47).

“Yo te aseguro, que hoy estarás conmigo en el paraíso” (v. 43). Jesús, como Rey, tiene el poder de perdonar, y lo usa aquí. Como a menudo se ve en el Evangelio de san Lucas, demuestra preocupación por los pobres, las mujeres, los niños, los excluidos, y los gentiles (4, 31-37; 5, 12- 32; 6, 6-11, 20-26; 7, 1-17, 36-50; 8, 1-3, 26-56).

“Hoy…conmigo” (v. 43). Al decir “hoy,” ¿quiere decir antes del anochecer (el cierre del día en Israel), o dentro de 24 horas, o algo más general? Sabemos que Jesús pasará los próximos tres días en una tumba o en “lo más bajo de la tierra” (Ef 4, 9), entonces, no parecería posible que él se encontrará con el criminal en el Paraíso en esas 24 horas. Solo sabemos que ésta es una promesa de salvación y que se trata de algún tipo de tiempo inmediato.

Hoy. La palabra única y desbordante de la vida nueva del evangelio. Hoy. La salvación se cumple, no hay que esperar a otro Mesías que salve al pueblo de sus pecados. Hoy. La salvación está aquí, en la cruz. Cristo no entra solo en su reino, lleva consigo al primero de los salvados. Misma humanidad, mismo juicio, misma suerte, misma victoria. Jesús no es celoso de sus prerrogativas filiales, inmediatamente ha quitado de la lejanía de Dios y de la muerte a cuantos estaban a punto de sucumbir. Reino estupendo aquel que se inaugura sobre el Gólgota…. Alguien ha dicho que el buen ladrón ha hecho el último robo de su vida, ha robado la salvación… ¡Y sea! ¡Para sonreír de quienes trafican las cosas de Dios! Cuánta verdad, por el contrario, contemplando el don que Cristo hace a su compañero de cruz. ¡Ningún robo! ¡Todo es don: la presencia de Dios no se regatea! Y menos aún el estar siempre con él. Es la fe que abre las puertas del reino al buen ladrón. Bueno porque ha sabido dar el justo nombre a lo que había sido su existencia y ha visto en Cristo al Salvador.

Preguntas para la lectura:

  • ¿Qué decían las autoridades de Jesús?
  • ¿Qué hacían los soldados de Jesús?
  • ¿Qué decía el letrero?
  • ¿De qué se quejaba uno de los condenados con Jesús?
  • ¿Qué reconoce el otro malhechor?
  • ¿Qué le dice Jesús?
  1. MEDITACIÓN (Qué me/nos dice la Palabra de Dios)
  • ¿En qué personaje se refleja mi vida?
  • ¿Cómo acepto mi vida: problemas, sufrimientos, enfermedades, contradicciones?
  • ¿Me quejo ante Dios o me quejo de Dios?
  • ¿Trato de comprender la “sabiduría de la cruz”?
  • ¿Le pido al Señor que sea capaz de vivir, luchando por mi salvación?
  • ¿Busco estar en la presencia del Señor?
  1. ORACIÓN: (Qué le respondo al Señor, qué le respondemos al Señor)

Señor Jesús, te damos gracias por los signos de tu Reino que descubrimos cada día en nuestras comunidades; principalmente el Reino de justicia y de paz que nos has traído. Gracias por los momentos de desaliento, porque eso nos da fortaleza para seguir luchando por Ti. Gracias a las personas que han hecho posible que tu Reino sea conocido, por eso te damos gracias. Gracias Señor, gracias Señor.

Te pedimos perdón por las ocasiones en que hemos sido solo espectadores del compromiso de muchos hermanos nuestros; perdón por no saber ser humildes en nuestro trabajo pastoral, perdón por todas las ocasiones en que hemos pretendido manipular tu reinado para que coincida con nuestro interés, por eso te pedimos perdón. Perdón Señor, perdón Señor.

  1. CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje?
  • Contempla a Jesús crucificado, es la mejor medicina para aceptar mi sufrimiento.
  • A los soldados burlándose de Jesús.
  • Al malhechor reclamándole a Jesús.
  • Contempla a los hermanos que sufren injusticias.
  • A Jesús prometiendo el paraíso.
  • A ti que eres incrédulo a la salvación.
  1. ACCIÓN: ¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?

Intenciones del Santo Padre para el mes de noviembre

Por los niños que sufren

Recemos por los niños que sufren, los que viven en las calles, las víctimas de guerras y los huérfanos, puedan acceder a la educación y redescubrir el afecto de una familia.

Intención personal: Ser más caritativo con mis hermanos, dando siempre muestras de misericordia con cada uno de ellos, haciendo una relación cariñosa y fraterna.

Intención comunitaria: Que en mis pequeñas comunidades sea capaz de ser ejemplo de vida cristiana y no solo ser espectador ante los problemas y dificultades de mis hermanos, y no digamos “que cada quien arregle sus problemas”, puesto que esto nos puede llevar a deshumanizarnos.