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LECTIO DIVINA
COMISIÓN DIOCESANA DE PASTORAL BÍBLICA

21 de julio de 2013. Domingo XVI Ordinario.

¨En la Diócesis de Texcoco, nos reconocemos, valoramos y aceptamos como personas para ser casa y escuela de comunión¨

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Jesús, envíanos tu Espíritu Santo para poder entender que estar atento a la escucha de tu Palabra, como lo hizo María, nos tiene que llevar a un encuentro personal contigo, y además que nos tiene que invitar no sólo a la escucha sino más bien a actuar en bien de nuestros hermanos de las comunidades y principalmente con los más necesitados y marginados. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

1. LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO (Lc 10,38-42)

¿Qué dice el texto?

En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto, se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús, le dijo: «Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude». El Señor le respondió: «Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y nadie se la quitará». Palabra del Señor.

Pistas de reflexión

Contexto bíblico

Jesús visita a las mujeres en su casa, y Marta lo recibe “en su casa” (v. 38). Aunque Lázaro es el hermano de Marta y María (Jn 11,1-2), esta historia no lo menciona a él ni a los discípulos varones que lo acompañan. No existe una referencia a un hombre como jefe de esta casa. Claramente Marta está a cargo. María se sienta a los pies de Jesús para recibir su enseñanza, que es la postura de un discípulo, el lugar de un hombre. El Evangelio de san Lucas frecuentemente habla de mujeres en lugares de honor.

San Lucas no nos dice cuál es el pueblo, pero Juan nos dice que María y Marta viven en Betania (Jn 11,1-2; 12,1-3). Es allí que Jesús levanta a Lázaro de la muerte (Jn 11,17-44). Es en esta misma casa que María unge los pies de Jesús con perfume y los seca con sus cabellos (Jn 12,1-3). Jesús va en camino a Jerusalén donde va a morir. Betania está cerca de Jerusalén y sentimos la sombra de Jerusalén colgando sobre esta historia.

Texto bíblico

A. Una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa (v. 38)

Marta, como María, es discípula del Maestro. Recibe y atiende a Jesús lo mejor que puede. Le abre las puertas de la casa. Es hospitalaria y ejerce el servicio y la caridad. En consecuencia, quiere atender al Maestro que les visita. Tal actitud y disponibilidad son de alabar en Marta. Y también sobre todo, se atreve a juzgar la conducta de su hermana María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra (v. 39).

Marta se desvive en su tarea. Se cree en posesión de la verdad. De ahí que pretenda que su hermana también haga lo que ella está haciendo. Y se lo hace ver nada menos que al huésped Jesús: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola para servir? (v. 40).

Todavía más. Su imposición llega a tal punto que indica a Jesús que le mande a su hermana a colaborar con ella en el trabajo: Dile que me ayude (v. 40).

B. Una sola cosa en necesaria (v. 42)

La respuesta de Jesús manifiesta el criterio cierto en las diferentes actividades que los creyentes y discípulos tenemos muchas veces.

A Marta le reprocha por su ansiedad, inquietud y nerviosismo. No le reprocha por su actitud de servicio, hospitalidad y caridad. A María le alaba por su dedicación a la escucha de la Palabra.

En la historia de la espiritualidad cristiana, siempre se han dado diferentes modos de entenderla y de vivirla. ¿Cómo recibir a Jesús, cómo vivir su mensaje? Y las respuestas son: la hospitalidad de las obras (la justicia, la caridad) y la contemplación de la Palabra (la oración, la liturgia). Entonces podremos decir que hay que ser contemplativos en la acción y activos en la contemplación.

Preguntas para la lectura:

¿A dónde entró Jesús?
¿Quién lo recibió en su casa?
¿Cuál era su nombre?
¿Qué hacía Marta?
¿Qué le dijo Marta a Jesús?
¿Qué le contestó Jesús a Marta?

2. MEDITACIÓN:

¿Qué me dice el texto?

¿En qué me hace reflexionar este Evangelio respecto de la importancia de no pretender servir a la comunidad y a los hermanos sin una actitud permanente de escucha de lo que quiere el Señor Jesús? ¿A qué situaciones nos puede conducir trabajar sin escuchar con fidelidad las palabras del Maestro?

Y por lo tanto la escucha sincera y la meditación de la Palabra nos tienen que llevar necesariamente a vivir y realizar la caridad en la familia y en otros ámbitos. De lo contrario, la oración estará vacía de proyección y contenido. Nuestra actividad se convertirá en activismo.

3. ORACIÓN:

¿Qué le digo al Señor? ¿Qué le decimos?

Señor te pedimos perdón por aquellas ocasiones en que hemos trabajado mucho pero sin sentido, por no haber prestado suficiente atención a tus palabras y actitudes, principalmente a los miembros de nuestras comunidades parroquiales. Perdón  Señor, Perdón Señor.

Te damos gracias Señor porque nos llamas al servicio pastoral, y nos exiges que te escuchemos y por medio de esta escucha seamos capaces de transmitir tu Palabra, que seamos fuente de alegría y paz en nuestras comunidades, por eso te damos gracias.  Gracias Señor, Gracias Señor.

4. CONTEMPLACIÓN:

•    A las dos hermanas, Marta y María. ¿Cómo veo mi conducta en el comportamiento de estas dos mujeres? ¿Cómo me planteo tanto el “estar con el Señor” como el “servir al Señor” en los hermanos?
•    El reproche de Jesús a Marta, ¿me llega a mí en algunas o en muchas ocasiones? ¿Cómo podré equilibrar la contemplación con la acción?

5. ACCIÓN:

Propuesta personal
La intención general del apostolado de la oración del Papa para el mes de julio es:

“Que la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil anime a todos los jóvenes cristianos a hacerse discípulos y misioneros del Evangelio”.

Descubrir que en la vida hay muchas cosas que nos inquietan, pero saber discernir que solo una es importante.

Propuesta comunitaria
Misionera: “Que en toda Asia se abran las puertas a los mensajeros del Evangelio”.

Que promovamos en nuestras comunidades la escucha atenta a la Palabra de Dios.