LECTIO DIVINA
19 de noviembre de 2023
“En la Diócesis de Texcoco, nos reconocemos, valoramos y aceptamos como personas para ser casa y escuela de comunión”
La Parábola de los Talentos
Vivir con responsabilidad
Mt. 25, 14-30
- Invocación al Espíritu Santo
Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia en el mismo modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu.
Amén.
2. TEXTO
Del Santo Evangelio según San Mateo 25, 14-30
En aquel tiempo Jesús dijo: El reino de los cielos es también como un hombre que, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó. Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente, el que había recibido dos ganó otros dos. En cambio, el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos. Acercándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; ¡aquí tienes otros cinco que he ganado! Su señor le dijo:’ ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.’ Acercándose también el de los dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; ¡aquí tienes otros dos que he ganado! Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor! Acercándose también el que había recibido un talento, dijo: Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui, y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo.’ Más su señor le respondió: Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quítenle, por tanto, el talento y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene, se le quitará. Y al siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.’
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
3. UN MOMENTO DE SILENCIO ORANTE
Para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida.
4. Algunas preguntas para ayudarnos en la meditación y en la oración.
- ¿Cuál es el punto de este texto que te ha gustado más o que ha merecido más tu atención? ¿Por qué?
- En la parábola, los tres empleados reciben según su capacidad. ¿Cuál es la forma de comportarse de cada uno de ellos con respecto al don recibido?
- ¿Cuál es la reacción del amo? ¿Qué exige de sus empleados?
- ¿Cómo entender la frase: «A todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene, se le quitará»?
- ¿Qué imagen de Dios nos revela esta parábola?
5. PARA AQUELLOS QUE DESEAN PROFUNDIZAR EN EL TEMA
a) Contexto en el que aparece nuestro texto en el Evangelio de Mateo:
La «Parábola de los Talentos» (Mt 25,14-30) forma parte del 5° Sermón de la Nueva Ley
(Mt 24,1 a 25,46) y se coloca entre la parábola de las Diez Vírgenes (Mt 25, 1-13) y la parábola del Juicio Final (Mt 25,31-46). Estas tres parábolas aclaran el concepto relativo al tiempo de Adviento del Reino. La parábola de las Diez Vírgenes insiste sobre la vigilancia: el Reino de Dios puede llegar de un momento a otro. La parábola de los talentos orienta sobre el crecimiento del reino: el Reino crece cuando usamos los bienes recibidos para servir. La parábola del Juicio Final enseña cómo tomar posesión del Reino: el Reino es acogido cuando se acoge a los pequeños. Una de las cosas que más influyen en nuestra vida es la idea que nos hacemos de Dios. Entre los judíos de la línea de los fariseos, algunos imaginaban a Dios como un Juez severo que trataba a las personas según el mérito conquistado siguiendo las observancias. Esto causaba miedo e impedía a las personas crecer. Impedía que se abriese un espacio dentro de ellos para acoger la nueva esperanza de Dios que Jesús comunicaba. Para ayudar a estas personas, Mateo relata la parábola de los talentos.
b) Profundizando: La moneda diversa del Reino:
No hay diferencia entre aquellos que reciben más y aquellos que reciben menos. Todos reciben según su capacidad. Lo que importa es que el don se ponga al servicio del Reino y que haga crecer los bienes del Reino que son el amor, la fraternidad, el compartir. La clave principal de la parábola no consiste en producir talentos, sino que indica el modo en el que se necesita vivir nuestra relación con Dios. Los primeros dos empleados no piden nada, no buscan su propio bienestar, no guardan los talentos para ellos, no calculan, no miden. Con la más grande naturalidad, casi sin darse cuenta y sin buscar ninguna clase de mérito para ellos, comienzan a trabajar, para que el don recibido fructifique para Dios y para el Reino. El tercer empleado tiene miedo y, por esto, no hace nada. Según las normas de la ley antigua, él obra de modo correcto.
6. Salmo 62
Solo en Dios encuentro descanso
Solo en Dios encuentro descanso, de él viene mi salvación; solo él mi roca, mi salvación, mi baluarte; no vacilaré. ¿Hasta cuándo atacaréis a un solo hombre, lo abatiréis, vosotros todos, como a una muralla que cede, como a una pared que se desploma?
Solo proyectan doblez, les seduce la mentira, con la boca bendicen y por dentro maldicen.
Solo en Dios descansaré, de él viene mi esperanza, solo él mi roca, mi salvación, mi baluarte; no vacilaré.
En Dios está mi salvación y mi honor, Dios es mi roca firme y mi refugio.
Confiad siempre en él, pueblo suyo; presentad ante él vuestros anhelos. ¡Dios es nuestro refugio!
Un soplo son los plebeyos, los notables, pura mentira; puestos juntos en una balanza, pesarían menos que un soplo.
No confiéis en la opresión, no os atraiga la rapiña; a las riquezas, si aumentan, no apeguéis el corazón.
Dios ha hablado una vez, dos veces, lo he oído: que de Dios es el poder, tuyo, Señor, el amor; que tú pagas al hombre conforme a sus obras.
- ORACIÓN FINAL
Señor Jesús, te damos gracia por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que Tu Palabra nos ha hecho ver. Haz que nosotros, como María, tu Madre, podamos no solo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos.
Amén.