Texcoco. Méx. octubre 2013. Del 14 al 18 de octubre el Presbiterio de la Diócesis de Texcoco junto con su Obispo, en un clima de oración y estudio, reflexionaron sobre la virtud de la fe y su incidencia en la pastoral para asumir el discipulado en la tarea de la Nueva Evangelización.
¡Somos luz! “Sugerencias para suscitar un perfil de sacerdote-pastor que sea profeta-creyente”; “Buena Nueva para la humanidad”, fueron algunas de las ideas principales que el Pbro. Ramón García Reynoso, de la Diócesis de Torreón, Director Espiritual de Residencias UPM, compartió a lo largo de esta semana en el Seminario Mayor de Texcoco, en Tulantongo.
Durante la semana se profundizó un tema que invitó a la reflexión personal. Se sugirió que cada tema de reflexión siempre fuera animado por la Palabra viva de Dios y se nos recomendó tener fijos nuestros ojos en Jesús de Nazaret y en su experiencia creyente que le hace ser Buen Pastor. Cada día iniciamos con un texto y oramos. La lectio divina inspiró nuestra reflexión y permaneció como telón de fondo cada día. Continuamos con la referencia del magisterio actual respecto al Año de la Fe.
Se trabajó en forma de taller, nos involucramos, ya que para una nueva Evangelización se requieren nuevos orantes… Dicho de otra manera, para una acción pastoral nueva, se requieren sacerdotes creyentes.
El itinerario fue el siguiente:
Lunes 14 «Un gran profeta ha surgido entre nosotros» Lectio divina: Génesis y de los cuatro Evangelios. El Tema de reflexión: “Símbolos proféticos y Jesús: modelo profético para el sacerdote”.
Martes 15 «Fijos los ojos en Jesús, autor y consumador de nuestra fe». Lectio divina: Marcos 9,30-37, Tema de reflexión: “Las tres dimensiones de la actitud teologal”.
Miércoles 16 «Comienzo de la buena noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios ». Lectio divina: Marcos 1,1; 16,1-8. Tema de reflexión: “El evangelio de Marcos: itinerario de formación continuada para los sacerdotes”.
Jueves 17 «Denles ustedes de comer » Lectio divina: Lucas 10, 25-37. Tema de reflexión: “Actitudes pastorales por excelencia; la mirada compasiva de Jesús y sus gestos de bondad”.
Con el impulso que nos da esta semana de formación esperamos poder ser pastores y profetas en un pueblo que exige de sus pastores lo mejor de cada día. Llevamos la tarea de hacer aterrizar este compromiso al corazón y entregar nuestras vidas al pueblo de Dios.