Chimalhuacán, Méx. 26 de marzo 2017. Por cuarto año consecutivo se realizó la procesión a favor de la vida en la IV vicaría Nuestra Señora de Guadalupe de la Diócesis de Texcoco. La pastoral social estuvo de fiesta y la Dimensión Vida porque esta gran procesión fue a nivel diocesano.
El punto de reunión fue en la sede de la vicaría episcopal Parroquia Divina Providencia y Santa María de Guadalupe, donde dio inició la procesión con la lectura del Evangelio de San Juan: “Tanto amó Dios al mundo, que les dio a su hijo único…”
Con cantos y porras, más de 600 participantes aclamaron el derecho y respeto a la vida, ese regalo que Dios nos ha concedido y que no podemos quitarle a nadie, menos aún ser indefenso como lo es un bebé. Con gran entusiasmo se alzaban las voces por aquellos que no pueden hacerlo.
La procesión terminó en el convento de las religiosas de Jesús Resucitado, donde continuó la animación y se concluyó con la Eucaristía presidida por nuestro señor obispo Don Juan Manuel Mancilla Sánchez y concelebró el Pbro. Dante Palafox. Monseñor dijo en su homilía: “Cuando nosotros defendemos la vida defendemos todo un universo, precioso, lleno de luz, importantísimo, que Dios ha hecho. Cuando una persona imprudente, abusiva, en son de crimen saca la vida en gestación, del seno materno… esas células se quedan colgadas de la brocha pero se siguen preguntando ¿qué pasó? ¿Dónde está esa criaturita? Porque ellas la tenían que alimentar. Llega un momento en que en la mujer no siente nada, pero como esas millones de partículas están demandando, hasta reclamando porque no les reciben lo que le toca dar, llega el momento en que la mujer se llega a colapsar, se puede deprimir y se preguntan si hay salvación. y claro que hay salvación, en el cristianismo, en le Iglesia católica, siempre hay salvación”.
“Yo les felicito y agradezco a los hombres y mujeres que ponen su grano de arena para la vida. Todo lo que se haga por la vida es grandioso e importante, por eso la diócesis le sigue dando la importancia y ahora veo que hay muchas personas, les felicito y agradezco porque ustedes van hacer testigos apóstoles de la vida, ustedes va hacer los defensores de la vida”.
Don Juan Manuel bendijo algunas mujeres embarazadas y agradeció a la hermana Sor Adelina Nava por su gran dedicación en esta gran obra a favor de la vida.