El 8 de diciembre la Iglesia celebra la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, conocida también como la Purísima Concepción; el dogma de fe, – proclamado el 8 de diciembre de 1854 por el Papa Pío IX en la Bula Ineffabilis Deus –  nos indica que la Madre de Jesús fue preservada del pecado desde el momento de su concepción por los méritos de su Hijo Jesucristo.

Las devociones a la Inmaculada Concepción son numerosas en todo el mundo, de tal manera podemos citar: el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes en Francia, donde ella misma se presenta a Bernardette Soubirous como “La Inmaculada Concepción”; En Sao Paulo Brasil, se venera a la Inmaculada Concepción en la Virgen de Aparecida; en Nicaragua es venerada a través de la imagen de Nuestra Señora de El Viejo, en Paraguay venerada a través de “Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé”, patrona de la Arquidiócesis de Bogotá; en España se tiene una especial veneración a esta advocación mariana y es considerada patrona de España. 

En México, se venera de manera especial a la Virgen de Guadalupe, y ciertamente es uno de los símbolos más profundos de la fe en nuestro país por todo el contexto histórico, cultural y religioso en que se da a conocer; aun así, también existe una especial devoción a la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción, considerada patrona de distintas catedrales, a saber: en Veracruz: patrona de la Catedral Metropolitana de la Arquidiócesis de Xalapa, de la Catedral de Córdoba, y; En el Estado de México la Catedral de Texcoco y el Santuario de Santa María en Acolman están dedicadas a esta imagen; declarada como Reina en la Diócesis de Tapachula; en el estado de Sonora se encuentra la ciudad de Álamos, fundada en el siglo XVII bajo esta advocación llevando como primer nombre “Real de la Purísima Concepción de Álamos”.

 Templos en las distintas entidades del país son construidos para el culto y veneración de esta advocación mariana, y que durante años anteriores a la pandemia fueron visitados por miles de fieles que acuden desde distintos puntos del país para solicitar o agradecer un milagro a la Virgen, entre los Santuarios más destacados encontramos:

* La Basílica-Catedral de la Virgen de San Juan de Los Lagos o Cihualpilli (que significa Gran Señora, Princesa amada o Niña); se trata de una pequeña imagen de la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción, una tradición con más de 390 años de antigüedad. Se ubica en la ciudad de San Juan de los Lagos en el Estado de Jalisco.

* El santuario que se localiza en Santa Catarina Juquila, que recibe numerosas peregrinaciones, es una de las manifestaciones de fe en México con mayor cantidad de devotos, solo superadas por las de la Virgen de Guadalupe y la de San Juan de los Lagos. La imagen cuyo título es “Nuestra Señora Inmaculada Virgen de Juquila”, es considerada la segunda patrona del Estado de Oaxaca. El Papa Francisco concedió la Coronación Pontificia en 2014.

* En Chignahuapan, Estado de Puebla se erige la Basílica de la Inmaculada Concepción de María, este templo resguarda en su interior, una escultura de la Virgen de aproximadamente 12 metros de altura tallada en madera. Este lugar fue promovido a Basílica en 1999 por Juan Pablo II.

* Santuario de la “Virgen del Pueblito”, cuya imagen de la Inmaculada Concepción, de 50 cm de altura, data de 1631, tallada por el religioso franciscano fray Sebastián Gallegos; el Papa Pío XI concedió la coronación pontificia a la imagen en 1922, aunque se realizó hasta 1946; patrona de varias ciudades de Querétaro y Michoacán. Se encuentra en Villa del Pueblito, municipio de Corregidora, Querétaro.

* No menos importante es el templo Basílica Menor dedicado a la “Virgen de Ocotlán” en el estado de Tlaxcala. Según las crónicas esta imagen tallada en madera fue encontrada al interior de un árbol de ocote ardiente en 1541, de ahí se desprende el nombre. Fue declarada  Patrona de la ciudad y de toda la provincia de Tlaxcala en 1755 por el Papa Clemente XII.

La devoción a la imagen de la Inmaculada Concepción de María en nuestro país es enorme, su advocación se extiende desde capellanías, parroquias y hasta catedrales; la podemos encontrar  con distintos nombres – muchos de acuerdo a la cultura, la fecha o forma en que se hicieron presentes las imágenes en el lugar – pero siempre adoptadas con especial cariño y veneración a esta advocación.