La Viudez Consagrada en la Diócesis de Texcoco

La consagración de viudas se remonta a tiempos de los Apóstoles, de la misma manera que la consagración de viudos, y que junto al Orden de las Vírgenes consagradas persistió hasta la Edad Media; en la Exhortación Apostólica Vita Consecrata de 1996, el Papa Juan Pablo II definió el significado y razón de esta orden: “Estas personas mediante el voto de castidad perpetua, como signo del Reino de Dios, consagran su condición para dedicarse a la oración y al servicio de la Iglesia”. En el Sínodo de los Obispos de 2015, se sugiere que el “Ordo Viduarum” (orden de las viudas) sea restaurado.

Esta Orden está formada por viudas que después de su testimonio matrimonial, de manera libre, voluntaria y definitiva, mediante la Consagración a través de Rito Litúrgico de Bendición, hacen voto de castidad perpetua, y deciden consagrar a Dios su condición de viudez, para dedicarse a la oración y al servicio de la Iglesia; estas personas al ser consagradas por el Obispo Diocesano asumen un vínculo especial con la Iglesia a la que ponen a disposición su vida, sus dones y talentos.

En la Diócesis de Texcoco el “Ordo Viduarum” tiene presencia desde al año 2014, cuando de manos de Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, Obispo de Texcoco, cuatro mujeres se convirtieron en las primeras viudas consagradas de la Diócesis, y se ha ido incrementando con el paso de los años; el pasado domingo 03 de julio, se integraron a esta forma de Vida Consagrada las señoras: Julia Avilés Espinosa y María del Rosario López, quienes manifestaron ante el Señor Obispo, su deseo de unirse más íntimamente al servicio de Cristo y de sus hermanos, esforzándose en alcanzar la caridad perfecta para con Dios y para con el prójimo, siguiendo fielmente el Evangelio y las enseñanzas de los sagrados pastores de la Iglesia; viviendo para Dios en el silencio de oración, en ayuno, en misericordia y compasión dedicando su vida a las cosas santas hasta el final de sus vidas, dando testimonio del amor de Dios, e integrándose en sus parroquias, a las labores pastorales.

El Papa Francisco, ya ha dedicado algunas palabras significativas a las personas que se han adherido a este estado de vida, particularmente durante el Congreso Internacional de Viudas, que se llevó a cabo en Roma, en septiembre de  2018, en esta ocasión les recordó: «Vuestra consagración en la viudez es un don que el Señor da a su Iglesia para recordar a todos los bautizados que la fuerza de su amor misericordioso es un camino de vida y santidad, que nos permite pasar las pruebas y renacer a la esperanza y a la alegría del Evangelio». Además de encomendarles cuidar y estar cerca de los jóvenes y de los pobres, y mostrarles la ternura de Dios y su cercanía en el amor.