“Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos y bautícenlos para consagrarlos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo” (Mt 28,19) siguiendo en fidelidad el mandato misionero que Jesús mandó a realizar a la Iglesia, a la catequesis le pertenece por derecho propio continuar éste proceso de renovación (Cfr. DGC 2020), por tanto en los tiempos actuales que afronta el mundo a causa de una crisis de salud que ha obligado a todos los sectores de la sociedad a modificar la vida social, educativa y cultural, la evangelización no ha sido la excepción.
La Iglesia ha vuelto la mirada a las herramientas tecnológicas como recurso indispensable que haga posible que los procesos de catequesis continúen, los organismos encargados de los medios de comunicación en la Iglesia han prestado suma atención a la forma que los catequistas con mucho esfuerzo y mediante las redes sociales siguen evangelizando, haciendo presente y anunciando a Jesucristo, en medio de un confinamiento que parece no tener fin y cuya esperanza es precisamente la Fe en Jesús, es nuestra confianza en la voluntad divina la que nos impulsa a continuar.
El caminar de nuestra catequesis en la Diócesis de Texcoco ha sido fructífera al tener un texto que nació de la experiencia de un grupo de catequistas, encabezadas por ése entonces Obispo de Texcoco Mons. Dn Carlos Aguiar Retes; quienes aportaron su conocimiento y capacidad,quedando plasmados en la Serie Alianza; la base sobre la cual se han ido formando las generaciones de cristianos de ésta Diócesis; hoy es imperativo unir esfuerzos; el ciclo escolar 2020 – 2021, sin duda será histórico, habrá de considerarse que sólo haciendo un trabajo en conjunto, aplicando el lema de la Diócesis “Casa y Escuela de Comunión”, donde se vea en el otro, todo lo positivo para valorarlo como don de Dios, es que se logrará que la catequesis siga su marcha, de cara a una situación que nadie esperaba, y para la que nadie estaba preparado.
Hoy la catequesis enfrenta retos y desafíos que nos exigen proyectar acciones que fomenten el diálogo, la unión, la ayuda y la corresponsabilidad, sobre todo entre generaciones, de tal manera que para continuar el proceso catequístico es necesario contar con el conocimiento de los catequistas “mayores” quienes aportan la sabiduría y una vasta experiencia de fe en su caminar, así como las habilidades digitales de los más jóvenes, es ésta singular dualidad la que nos permitirá enriquecer la labor catequística, haciendo eco al llamado del Papa Francisco:
“Hoy quisiera decirles que también los ancianos son el presente y el mañana de la Iglesia. Sí, son también el futuro de una Iglesia que, junto a los jóvenes, ¡profetiza y sueña! Por esto es tan importante que los ancianos y los jóvenes hablen entre ellos, es muy importante”
Sus palabras hoy resuenan y harán posible que la catequesis contribuya a que la Iglesia no se detenga en la formación de sus fieles.