CATEQUESIS | ORACIÓN |
Toda la Iglesia celebrará, el domingo 21 de octubre de 2018, el Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), mediante la oración, la reflexión y la donación económica, para hacernos uno con los misioneros, presbíteros, religiosos y laicos, que extienden por todo el mundo, en especial en las regiones donde no conocen a Jesús, el Anuncio del Evangelio.
Octubre, mes del Santo Rosario y de las Misiones, ofrece un tiempo especial para confirmar y fortalecer la acción misionera y evangelizadora de la Iglesia provincial, diocesana y parroquial, y para reconocer la magnífica labor de cientos de agentes misioneros que descubren en la tarea evangelizadora su particular llamado de Dios para ir a todos y dar testimonio de “ser sal y luz” en medio del mundo (Mt 5,13-14).
Nadie debe sentirse exento, por ningún motivo, permanecer ajeno o indiferente a este compromiso pastoral. Por el contrario, debemos sentirnos invitados a colaborar con la Misión Permanente de la Iglesia en cada una de las diócesis de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla, y descubrir que con nuestro apoyo, todos somos misioneros y siempre podemos dar más, para que la obra redentora de nuestro Señor Jesús, se continúe y propague por toda la tierra.
El Santo Padre ofreció en su Mensaje para el DOMUND 2018, su deseo de que junto con los jóvenes, reflexionemos “sobre la misión que Jesús nos ha confiado”; y señaló que “para quien está con Jesús, el mal es un estímulo para amar cada vez más. Por amor al Evangelio, muchos hombres y mujeres, y muchos jóvenes, se han entregado generosamente a sí mismos, a veces hasta el martirio, al servicio de los hermanos”, e invitó a los jóvenes, y a todos los miembros de la Iglesia a preguntarse en todo momento: “¿Qué haría Cristo en mi lugar?”
El Papa agradeció “a todas las realidades eclesiales que os permiten encontrar personalmente a Cristo vivo en su Iglesia: las parroquias, asociaciones, movimientos, las comunidades religiosas, las distintas expresiones de servicio misionero. Muchos jóvenes encuentran en el voluntariado misionero una forma para servir a los “más pequeños” (Mt 25,40), promoviendo la dignidad humana y testimoniando la alegría de amar y de ser cristianos. Estas experiencias eclesiales hacen que la formación de cada uno no sea solo una preparación para el propio éxito profesional, sino el desarrollo y el cuidado de un don del Señor para servir mejor a los demás. Estas formas loables de servicio misionero temporal son un comienzo fecundo y, en el discernimiento vocacional, pueden ayudaros a decidir el don total de vosotros mismos como misioneros”, apuntó.
Este próximo domingo 21 de octubre no nos perdamos de servir y participar con la Misión, para ello nuestro aporte es muy necesario y nos involucra en la gran tarea de nuestras diócesis. La acción evangelizadora, es la prioridad en la Iglesia, su razón de ser; y esta es su misión. La labor evangelizadora es irrenunciable porque la Iglesia nació de la acción evangelizadora de Jesús que nos envía a “ir por todo el mundo para hacer discípulos suyos a todas las personas” (Mt 28,19).
Que el espíritu de la Misión se haga presente en las familias y comunidades para vivir esta ocasión especial para llevar el Evangelio a todos, y en este año en particular, motivados por el Sínodo dedicado a la juventud.