El Día Nacional de la Juventud Católica nace como uno de los frutos de la XCIX Asamblea Plenaria de la CEM, acontecida en abril de 2015, en la cual se contempló a los jóvenes como destinatarios y protagonistas prioritarios de la Nueva Evangelización en el contexto-post moderno, siendo un momento de gracia para los jóvenes, considerados como una opción preferencial de Evangelización.

A través de la DEMPAJ (Dimensión Episcopal Mexicana de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes) se promueve esta fiesta juvenil como el día en el que la Iglesia de México celebra a los jóvenes católicos, dando gracias a Dios por este regalo tan valioso para nuestra sociedad; sea un espacio privilegiado para llegar a todos los jóvenes; y que como jóvenes católicos reafirmemos nuestra fe, demos testimonio a la sociedad de que vale la pena ser de Cristo y nos comprometamos por la construcción de una mejor sociedad permeada por los valores del Reino.

Cada año se celebra dicho acontecimiento, el domingo siguiente al 12 de agosto, Día Internacional de la Juventud, propuesto por la ONU. En nuestra Diócesis de Texcoco vivimos este evento por primera vez el año pasado en la iglesia Catedral, este año lo celebraremos el 28 de agosto en el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, en la Vicaría “Santo Domingo de Guzmán”, buscando alternar las sedes en el territorio diocesano.

Queremos dar gracias a Dios por el don de la Juventud y celebrar con alegría el regalo de la fe para que con su fuerza dinamizadora, su espíritu de lucha y su protagonismo evangélico renovemos nuestro compromiso por seguir construyendo la Civilización del Amor. Guardamos en el corazón las palabras del Santo Padre a la juventud de México durante su visita pastoral, ya que nos impulsa a apreciar la RIQUEZA que poseemos para la Iglesia y la nación, conservando la ESPERANZA en el Salvador que nos fortalece para vivir con DIGNIDAD, “haciendo lío, un lío que nos dé un corazón libre, un lío que nos dé solidaridad, un lío que nos dé esperanza, un lío que nazca de haber conocido a Jesús y saber que Dios a quien conocí es mi fortaleza”.

Disfrutaremos de talleres (danza, teatro, artes plásticas, música, juegos-dinámicas, evangelización juvenil, espiritualidad juvenil y de líderes-coordinadores) que doten de habilidades y herramientas a los jóvenes, auxiliandolos en su labor apostólica, de un concierto evangelizador y un encuentro con Monseñor Juan Manuel Mancilla Sánchez para entregarle la CRUZ DE LA MISIÓN JOVEN que ha peregrinado en los grupos juveniles de la Diócesis, suscitando bellas experiencias.

¡Vive y promueve con nosotros esta celebración!

¡Misioneros de la Misericordia, jóvenes con valor!