Homilía de Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, Obispo de Texcoco
Fiesta de san Antonio de Padua
13 de junio de 2022
Mis queridas hermanas, mis queridos hermanos, quiero compartirles un poquito a cerca de san Antonio de Padua nuestro santo patrono, que al abrir el día lo primero que se comenta de él, fue que, se trataba de una persona muy sabia, de una persona muy amable, por eso se usa también hoy el texto: ‹Que amable Señor, son tus moradas›; bueno, gracias a que ustedes tienen a san Antonio de Padua, yo quiero decir con mucho cariño y respeto ‹Que amable Señor, es nuestro mercado›, y va a ser cada día un espacio más amable, más bonito, un espacio más habitable.
Dice también en seguida el Salmista ‹Dichosos los que viven en tu casa›, a todos los que vienen, los que vengan, a todos los que trabajan aquí, sean personas felices, sean personas que siempre estén de buenas, ¡contentos!, porque no, felices; porque la vida tiene que ser tan amargosa, porque la vida tiene que ser triste, porque debemos tener desconfianzas, cosas malas; ya lo dice hoy el Santo Evangelio ′Tú no te enganches con el mal, porque nunca se acaba′, tu perdona, tu piensa que eres hijo de un Padre Altísimo que a todos nos hizo hermanos, y que podemos desarrollar así la vida: amándonos recíprocamente, teniéndonos cada vez más respeto.
E incluso hoy, en la fiesta de san Antonio se menciona mucho la palabra gloria: “La gloria de tus santos embellece a tu Iglesia”. Yo quiero pedirle a Nuestro Señor –a eso he venido– que este mercado sea un lugar de triunfo, de éxito, para gloria de Dios, e inspirados en Jesucristo Nuestro Señor. Ya me da mucho gusto que si yo dirijo la mirada al fondo de esta catedral del comercio en Texcoco, encontramos la cruz de Cristo; la cruz de Cristo inspira lo mejor que hay en el alma, en nuestros sentimientos.
¡Hoy! necesitamos espacios amables, hoy necesitamos personas atentas, educadas, como veo que lo son ustedes, y van a seguir buscando la manera como nuestro mercado, ¡Sí!, se embellece externamente, pero lo que más nos va a interesar es la belleza del alma, es la belleza del comercio, es la belleza de las relaciones humanas; vamos a ir buscando ser una sola familia, una sola comunidad; y este mercado es emblemático, es referencia para, pues toda nuestra Diócesis, para el municipio de Texcoco y –ustedes lo saben– para otros muchos municipios.
Que vengan aquí las personas, que se sientan bien, que se sientan atendidas, que se sientan importantes, que se sientan en su casa; eso es lo que queremos pedir, porque san Antonio de Padua así era: una persona muy fina, una persona muy constructiva, una persona que buscaba hasta a los más necesitados; hasta a los que más sufrían pues, se encontraban un amigo, una mano, una mirada, una mirada buena, una mirada diferente.
Pues queridas hermanas, mis queridos hermanos, una de las expresiones más bonitas de san Antonio de Padua era, ′que el Espíritu Santo venga en nuestro tiempos y nos regale el don de lenguas′, ustedes saben que en Babel la humanidad perdió el idioma y no se entendían, y entonces se enojaron y se dividieron, y se separaron; cuando llega el Espíritu Santo –dice san Antonio, nuestro santo patrono– ′el Espíritu Santo a todos los cristianos nos dio el don de lenguas′, y algunos se burlaron de él; ¿Quién de nosotros habla lenguas? aquí en Padua ¿quién habla lenguas?
Y él decía: ‹todos los cristianos hablan muchos idiomas›: el idioma de la mirada, podemos comunicarnos con una mirada tranquila, serena, dulce, e incluso alegre; podemos comunicarnos con una sonrisa; sé que aquí en este mercado hay tantas, tantas personas así, que reciben con una sonrisa; por eso también tenemos que pedirle a Dios que Dios le sonría a este mercado, que se convierta de verás, en un lugar emblemático, en un lugar referencia, en un ′lugar bien principal′.
Decía san Antonio de Padua con la mano tú hablas, tú te expresas, tú recibes, tú bendices. Acuérdense que cuando cerramos la mano y amenazamos o maldecimos, pues se entiende; en cambio cuando nosotros saludamos, cuando nosotros estiramos la mano, cuando nosotros movemos correctamente nuestro cuerpo pues, hay un lenguaje que nos comunica, que nos tranquiliza y que, pues incluso nos entusiasma.
Pido a Nuestro Señor que por intercesión de san Antonio de Padua aquí, todo sea comunicación constructiva, positiva, favorable; que los que vengan aquí encuentren armonía, que los que vengan aquí no se vayan tristes o que no se vayan pues, pensando en que no se les atendió, que todas las personas aquí reciban una palabra buena, un mensaje bueno, una invitación buena, una mercancía buena; que aquí se reciba esa gracia de Dios, de estar todos en paz, estar todos cercanos; y pues como también se dice mucho de san Antonio de Padua: es de los santos que nos han compartido, que han convertido la caridad en dulzura, ¿porque no?, porque no usar esa palabra aquí, en la vida diaria, en el ejercicio de nuestro trabajo, del trabajo mercantil, porque no virarle a ′lo mejor′ de nuestra comunicación humana
Pues queridos hermanos, demos gracias a Dios porque ya nos concedió muchos detalles que hablan de que este mercado va a ser cada vez más bonito, va a estar mejor atendido; cuando me encontré a la Señora Presidenta pues si me dio gusto que, se que les ha apoyado y que seguirá apoyándolos; y que, pues no terminan las obras buenas; siempre tiene que agrandarse, alargarse, llegar a muchos, llegar a todos, como tenemos que hacer el esfuerzo hoy en nuestra Patria. Y que los que están residiendo, los que tienen una historia de amor y de sacrificio, conserven el patrimonio de sus abuelos, conserven el patrimonio de sus padres y no se pierdan pues, el glamour de este mercado. Así sea.