Nuestro país se prepara para celebrar en el nivel nacional un Encuentro Eclesial con base en los contenidos del Proyecto Global de Pastoral (PGP) 2031-2033. Con ocasión de esto, cada una de las ocho circunscripciones eclesiásticas de la Provincia de Tlalnepantla, integrada por las diócesis de Izcalli, Cuautitlán, Ecatepec, Teotihuacán, Texcoco, Nezahualcóyotl, Valle de Chalco y la arquidiócesis de Tlalnepantla, se dispone a ofrecer su aporte.

Cada Obispo, junto con su Vicario de Pastoral, es responsable de convocar la participación de sus agentes de pastoral, fieles y personas de buena voluntad, para llevar adelante la experiencia de escucha, diálogo, interacción y encuentro eclesial en sus territorios.

El Encuentro Eclesial de México tiene el objetivo general de “Encontrar soluciones comunes a los problemas emergentes de nuestro país, a través del encuentro y el diálogo comunitario, inspirados por el Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 de los Obispos mexicanos”. Con los siguientes objetivos específicos: a) Generar un espacio diocesano de cercanía, diálogo y trabajo de las personas y comunidades; b) Compartir las preocupaciones y esperanzas respecto de la situación que vivimos en nuestro país y nuestras diócesis en lo que respecta a la salud, economía, pobreza, falta de empleo, cultura democrática, juventud, construcción de paz, violencia, entre otras; c) Conocer la respuesta pastoral y social de la Iglesia a los problemas comunes del país: d) Proponer juntos nuevos caminos de solución de los problemas emergentes de nuestro país.

En continuidad con las acciones del Proyecto Global de Pastoral (PGP) 2031-2033, elaborado y publicado por los obispos mexicanos en 2018, para ofrecer a las 19 Provincias Eclesiásticas y a las 79 Iglesias particulares un discernimiento teológico-pastoral que anime, renueve y fortalezca los propios Planes de Pastoral de las arquidiócesis, diócesis y prelaturas, aproximando, mediante la metodología de Ver, Juzgar y Actuar, un análisis de la realidad nacional, una iluminación global en torno a los 500 años del Acontecimiento Guadalupano y los dos mil años de la Redención de Nuestro Señor Jesucristo por toda la humanidad.

El PGP tiene su origen en la respuesta de parte de los Obispos al llamado del Papa Francisco durante su Visita Apostólica a México, para impulsar “un serio y cualificado proyecto pastoral, comprometido y exigente, capaz de ir más allá de coyunturas y/o criterios funcionales o meramente circunstanciales”. Seguido de una intensa experiencia pastoral de encuentros con los diversos agentes de pastoral: obispos, presbíteros, consagrados y laicos, con el fin de impulsar un itinerario pastoral “animado e inspirado para trabajar programáticamente”, que permita “acoger dócilmente el fuego del Espíritu que nos mueve a dar cauce a nuevos ideales y sueños pastorales”. Y con sobrada atención y ardor evangélico seguir respondiendo a las exigencias de los postulados del Concilio Vaticano II, “promoviendo una Iglesia en comunión”, que desarrolla la espiritualidad de la escucha y en un ambiente de permanente aprendizaje, de unos con otros, a la “escucha del Espíritu Santo”.

La Conferencia del Episcopado Mexicano planificó las tres fases del proceso del Proyecto Global de Pastoral:

  1.  Difusión y Apropiación;
  2.  Interacción intensa de encuentro y diálogo;
  3.  Implementación de procesos y programaciones pastorales para la acción.

De modo concreto y en vías de operatividad, los Obispos de México realizaron seis opciones prioritarias:

  • La opción por una Iglesia que anuncia y construye la dignidad humana.
  • La opción por una Iglesia comprometida con la paz y las causas sociales.
  • La opción por una Iglesia Pueblo.
  • La opción por una Iglesia misionera y evangelizadora.
  • La opción por una Iglesia compasiva y testigo de la Redención.
  • La opción por una Iglesia que comparte con los adolescentes y jóvenes la tarea de hacer un país lleno de esperanza, alegría y vida plena.

En cada una de las opciones, los obispos también realizaron una serie de compromisos, muy puntuales y concretos, generando un total de 35 compromisos.

Se prevé que este momento eclesial sea de encuentro, escucha y diálogo, en el que un número grande de representantes de las comunidades diocesanas, responderán una serie de preguntas, poniendo en común sus aportes que posteriormente serán procesados para desarrollar una síntesis que se entregará a la Provincia Eclesiástica y posteriormente a la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (SEGECEM).

Para este año también se efectuará la 1ª Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, en el mes de noviembre, para integrar los aportes de la Iglesia Continental, en función de sus 22 Conferencias Episcopales, y con ello participar en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, que encabezará el Papa Francisco en el mes de octubre de 2023, después de una seria y ardua preparación a partir del mes de octubre de 2021.

Las asambleas eclesiales son la evidencia de hacer realidad un camino de Iglesia en comunión, participación y sinodalidad (juntos y acompañados), en la integración del conjunto de bautizados y personas de buena voluntad, con la particularidad de abrir más espacios a las mujeres y los jóvenes.