El 16 de julio, se celebra la fiesta litúrgica de la Virgen del Carmen, una de las advocaciones marianas más conocida y venerada. Una de las advocaciones con más frutos de santidad que ha dado la Iglesia, y muchos de sus seguidores han llegado a los altares.

La Virgen del Monte Carmelo

La historia de la Virgen del Carmen da inicio en Israel, concretamente en el Monte Carmelo. El nombre de dicho monte proviene de Karm-El, todo nombre en hebreo que termina en El, es nombre de Dios, que significa “Jardín o Viña de Dios” y Har Monte. (en hebreo, הר הכרמל‎ Har ha’Karmel; en árabe, جبل الكارمل‎ Yabal al-Karmil, es una cordillera en Israel sobre el mar Mediterráneo; es reconocido por la aparición de la Virgen del Carmen.

En la biblia aparece en el Antiguo Testamento. De acuerdo al relato del capítulo 18 del Primer Libro de los Reyes, es aquí donde el profeta Elías demuestra que Yahvé es el verdadero Dios. El Altar había sido totalmente destruido, por lo que Elías reunió 12 piedras (una por cada Tribu de Israel) con las cuales lo reparó.

La piedra es una metáfora como base y fundamento de un pueblo, de un edificio, por eso dice que somos como piedras vivas. En 1 Pedro 2, 5 “Ustedes también, como piedras vivas”. λιθοι ζωντες. piedras vivas; siendo cada uno instinto del principio de la vida, que procede de aquel que es el fundamento, llamado arriba λιθον ζωντα, piedra viva.

La metáfora en este versículo y en el siguiente es tan audaz como singular; y a los comentaristas y críticos les ha resultado difícil dar con algún principio de explicación. En todas las metáforas hay algo en la imagen natural que ilustra alguna propiedad moral principal de la cosa a representar. Pero, ¿qué analogía hay entre las piedras de un edificio y una multitud de seres humanos? Por eso este altar construido sobre las doce tribus de Israel es el lugar de la presencia de Dios en su pueblo que se prolonga hasta el altar de la cruz, donde se renueva el sacrificio todos los días en las iglesias del mundo entero.

Tiempo después, el 16 de julio de 1251, la Virgen se le apareció al sexto Superior General de la Orden, San Simón Stock. Durante su aparición, la Virgen del Carmen le entregó un escapulario a San Simón.

En 1499 empezaron a surgir las primeras comunidades femeninas devotas de la Virgen del Carmen, conocidas como Carmelitas.

Entre ellas surgieron santas de la talla de Santa Teresa de Ávila, reformadora de la Orden Carmelita; la chilena Teresa de Los Andes; la filósofa Edith Stein exterminada por los nazis en Auschwitz por ser judía; la francesa Santa Teresita del Niño Jesús, y las tres beatas Vírgenes de Guadalajara, mártires de la Guerra Civil Española.

En la rama masculina destacan personalidades como San Juan de la Cruz, quien es Doctor de la Iglesia, y el obispo San Alberto de Jerusalén.

La Virgen del Carmen también es llamada Estrella del Mar (Stella Maris), por lo que es patrona de los marineros. Esto se debe, en parte, a la cercanía del Monte Carmelo con el Mar Mediterráneo. El Monte funciona como un referente para las embarcaciones, y les anuncia un puerto seguro. Cada año se hace una gran procesión en Haifa en honor a la Stella Maris.

La devoción a la Virgen del Carmen se ha difundido en muchas partes del mundo y también al aprecio del escapulario. En muchos puertos del mundo suelen salir de paseo con la imagen en barcos o lanchas para pedirle su ayuda para prevenir tormentas y catástrofes, y muchas devociones populares que provienen de ella.