Toluca de San José, México, 2 de marzo de 2014
CEM B. 104 / 2014
A todas las familias mexicanas:
Como responsable de la Dimensión Episcopal para la Familia, organismo de la Conferencia del Episcopado Mexicano, deseo expresar mi cordial felicitación con ocasión de la celebración del Día de la Familia en México el próximo 2 de marzo, establecida con el fin de promover la unidad de esta comunidad de vida y amor, fundamental para la vida y desarrollo humano de nuestra Nación.
En este espíritu celebrativo, damos gracias a Dios por el don de la familia que nace del matrimonio entre un hombre y una mujer. Ella es la institución natural que, desde el principio, tiene como cometido la formación de una comunidad de personas, un servicio amoroso y generoso a la vida en todas sus etapas y manifestaciones; forma así un capital humano y social que aporta activamente al desarrollo de la sociedad, especialmente en la línea de los valores y virtudes éticos.
Valoramos e impulsamos la vocación y misión de la familia en la sociedad. Somos conscientes de que la vida en familia es una tarea a realizarse todos los días, que no basta ser parte de ella sino que es importante que cada uno de sus miembros se esfuerce en construirla cotidianamente; pues no faltan los problemas en los matrimonios, en la educación de los hijos y en esa aportación social que le toca como célula natural fundamental e insustituible. En ella, vivir la dinámica del don y la responsabilidad es algo necesario y es lo que la fortalece en el presente y le asegura un futuro esperanzador.
Sabiendo que construir una familia asentada sobre el amor humano y sobre los valores y virtudes de nuestra raíz cristiana, es algo que vale siempre la pena. Me permito unir a mi felicitación, una invitación a todas las familias mexicanas para empeñarnos en sanar y fortalecer esta comunidad que es la cuna de las personas. Hago también un respetuoso llamado a las autoridades competentes, a valorar cada día más esta institución y apoyarla solidaria y subsidiariamente con políticas adecuadas que respeten su naturaleza y hagan posible para los jóvenes la formación de nuevas familias.
El Papa Francisco nos invita a orar por las familias y, durante los siguientes dos años, en toda la Iglesia católica, el tema de la familia será objeto de oración, estudio, reflexión y compromiso para apoyarlas en su vida y misión. Unámonos a este tiempo de oración y compromiso hacia nuestras familias.
¡Felicidades familias mexicanas! ¡Que en Jesús, José y María como modelo de Familia encontremos la esperanza! Que Dios las bendiga.
+ Francisco Javier Chavolla Ramos
Obispo de Toluca
Y Responsable de la Dimensión Episcopal de Familia