LA PAZ, BCS, A 21 DE ENERO DE 2014.

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*Educación integral donde se recupere la centralidad de la persona humana, señala el documento elaborado por los Obispos de México “Educar para una Nueva Sociedad”.
*Llaman a emprender una sinergia educativa, en la que participen todos los sectores de la sociedad mexicana.

La emergencia educativa del país implica recuperar el tema de la educación en un Cambio de Época, donde ésta sea la clave para resolver los grandes problemas y donde todos los que tienen el papel de transmitirla –maestros, padres de familia, políticos, medios de comunicación, pastores- tienen la necesidad de reaprender y enseñar qué es educar, señaló aquí el Nuncio Apostólico, Arzobispo Christophe Pierre.

Durante la presentación y diálogo en la diócesis de La Paz del documento Educar para una Nueva Sociedad, el Arzobispo de León, Alfonso Cortes hizo evidente la necesidad y la importancia de la educación integral en donde se recupere la centralidad de la persona humana. La educación, dijo, es el instrumento lógico de transformación de la sociedad.

Acompañados del obispo de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz y del Secretario Ejecutivo de la Dimensión de Educación de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Eduardo Corral, presentaron al presbiterio y seminaristas de la diócesis de La Paz el documento “Educar para una Nueva Sociedad”, que lleva por subtítulo: Reflexiones y Orientaciones sobre la Educación en México, y posteriormente, sostuvieron un diálogo con representantes de padres de familia, empresarios y representantes de otras iglesias.

La educación, es transmisión y en esta época se torna difícil, señaló el Nuncio Apostólico, Christophe Pierre. Sin embargo, enfatizó que los Obispos en Aparecida y el Papa Emérito Benedicto XVI, han llamado a responder a una “emergencia educativa”. “El mundo está cambiando y no podemos seguir igual, tenemos que ser pastores despiertos, activos, creativos”.

Y es que al igual que la Iglesia que anteriormente estaba integrada a la sociedad y cumplía casi naturalmente el papel evangelizador de transmisión, de educación, también padres de familia y políticos han expresado la dificultad que tienen de transmitir la fe, valores, principios y tradiciones a las nuevas generaciones, “la transmisión ya no pasa”, dijo.

Entonces, todos los que tienen un papel dentro de la sociedad están en crisis. “Hoy hay una ruptura cultura, hay un nuevo contexto y tenemos que despertar, de lo contrario el mundo se aleja cada vez más de la Iglesia y de Jesucristo, y el mundo se seculariza. Frente a este fenómeno, los Obispos y el Papa Benedicto XVI nos hablan de una emergencia educativa”, agregó el Nuncio Apostólico.

“Esta es la más importante de las urgencias. Debemos ver hoy qué significa transmitir en un tiempo de ruptura”, donde se comprenda el papel del padre de familia, del maestro, del sacerdote en una sinergia educativa, frente a la “la dictadura del relativismo, en donde se afirma que no hay verdad, sino que hay muchas verdades. Hoy se llama al reino de la tolerancia. La verdad es que no hay verdad, por ello, no hay posibilidad de encuentro, de diálogo, de soluciones”.

En lo anterior coincidió el Arzobispo de León, Alfonso Cortes, quien señaló que ante las grandes transformaciones tecnológicas, políticas y culturales, los cristianos no pueden ser sujetos pasivos.

“Esta emergencia sólo se puede atender anunciando a Cristo no sólo como un abstracto ideal aspiracional, sino como un camino concreto para el crecimiento humano que permita tanto a creyentes como no creyentes podamos superar lastres, prejuicios, ideologías y manipulaciones que han dañado el sistema educativo”, dijo.

Al explicar la génesis del documento, el Arzobispo de León enfatizó que en él, se llama la atención sobre otro aspecto particularmente grave de la emergencia educativa: la pérdida del sentido del valor de la persona y de la vida, que desemboca en un clima de injusticia y desigualdad que conduce a la miseria y cierra posibilidades de desarrollo y vida digna a prácticamente la mitad de la población.

Por ello, dijo, es tiempo de avanzar hacia una responsabilidad compartida por la sociedad mexicana en su conjunto.

En síntesis agregó, el documento explora el pasado y el presente del servicio que la Iglesia ha prestado y está prestando a la educación en México, pero también, el desafío educativo que se describe, no está limitado a la atmósfera cristiana, ni a las instituciones oficiales o privadas, sino que se extiende a la gama de realidades y tareas en las que la educación posee importancia decisiva para la reconstrucción del tejido social.

“La realidad nos interpela”, sostuvo el padre Eduardo Corral, al señalar que la Iglesia está llamada a participar y aportar reflexiones y orientaciones para encauzar todo el esfuerzo educativo.

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