Este 13 de septiembre de 2014 cumplimos 50 años de trabajo en nuestra querida diócesis de Texcoco, y es de gran alegría dar a conocer lo que son los Cursillos de Cristiandad.

El cursillo es la acción de Dios y respuesta del ser humano, mediante el cual Dios sale a nuestro encuentro, se nos acerca, nos llama a vivir en comunión con Él, nos lleva consigo a un cambio de vida, una transformación profunda de la mente y corazón que se manifiesta día con día en todos los niveles de nuestra existencia.

No podemos ocultar que nos encontramos ante una crisis en la sociedad, a nivel de conciencia, en personas y en especial de los creyentes en Dios, a la cual tenemos que dar una respuesta y replantear la acción pastoral, con miras a la construcción del reino de Dios, que es la misión esencial de la Iglesia.

Ser cursillista es un don de Dios que requiere nuestra respuesta por medio de la conversión, exige el compromiso permanente de pensar como Él, de vivir como Él lo hizo, ya que así el cursillista se une a la comunidad de los discípulos de Jesús y hace suya la Fe de la Iglesia, aceptando y acogiendo libremente ese don de Dios, entregándose confiadamente a Él.

Es necesario fomentar la comunión interna, recordando que nuestra tarea es custodiar y alimentar la Fe del pueblo de Dios.

Las tres características del Cursillo son:

La iniciativa: Dios siempre tiene la iniciativa, Él inicia en cada cursillista el mensaje de Salvación, pero sin coaccionar la libertad. Dios no atenta contra la libertad del creyente.

La opción: el cursillista hace la opción por Dios teniendo presente la disponibilidad y escucha de su Palabra, que le interpela y le comunica su proyecto de salvación.

La Profundidad de Comunión: el cursillista que recibe la Palabra de Cristo y permanece en ella, pasa de la condición de siervo a la de hijo, participa del conocimiento del amor con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Nuestro logo está fundamentado en el trípode que es la Piedad, el Estudio y la Acción, para así poder vivir nuestro Cuarto día lleno de colores y abundantes bendiciones.

Palanca: representa las oraciones de todos los hermanos Cursillistas.

Piedad: representa el elemento indispensable para mantener un equilibrio en la vida cristiana.

Estudio: representa nuestra formación cristiana, para llevar a cabo la Voluntad de Dios.

Acción: representa el actuar para con los demás, compartiendo nuestros conocimientos.

Cuarto día: representa el resto de nuestra vida, para caminar con Dios teniendo presente, el servicio y la perseverancia.

La Cruz: representa a Cristo Victorioso teniendo presente que el cursillo es cristocéntrico.