Texcoco, Méx. 2 de marzo 2015. “San Juan Pablo II”, es el nombre del edificio que fue habilitado para ser la nueva sede de Cáritas Texcoco, perteneciente a la Comisión Diocesana de Pastoral Social, con domicilio en Prolongación de Abasolo No. 10, Barrio La Conchita, Texcoco, Méx.
El inmueble de tres pisos albergará los servicios de Caridad que la Diócesis de Texcoco realiza ofrece a través de las acciones de la pastoral social, la cual es animada por el Pbro. Manuel García Nájera, director de dicha Comisión, y que son canalizadas a los más más necesitados de la comunidad diocesana y parroquial.
Mons. Juan Manuel Mancilla, Obispo de Texcoco, inauguró y bendijo las instalaciones que a partir de ahora serán destinados para coordinar las obras de caridad, el Banco de Alimentos y el bazar de ropa y artículos, al alcance de quien carece de lo más básico e indispensable para vivir.
En este acto participaron el Pbro. Sergio Garduño, Vicario General de la Diócesis de Texcoco, Pbro. Joaquín Roblero, Ecónomo Diocesano, y los sacerdotes Victorino Escutia Jiménez y José del Carmen Ordaz Vázquez; autoridades de la Universidad Liceo Pedro de Gante, las ciudadanas Erika Yolanda Funes Velázquez y María de Lourdes Aparicio Espinosa.
Don Juan Manuel Mancilla dirigió algunas palabras a los presentes, entre ellos, al equipo colaborador de Cáritas Texcoco, a quienes felicitó por su labor, por el arduo trabajo para limpiar, acondicionar y arreglar el edificio y les pidió “abrazar” a quienes soliciten algún servicio de Cáritas: “Ustedes pueden consolar, ustedes pueden escuchar, ustedes pueden curar muchas heridas”, apuntó.
El Obispo de Texcoco señaló que con esta oportunidad que se presenta “Se enriquecerá mucho el servicio y la caridad en nuestra Diócesis”, y agregó: “Bendeciremos el servicio que les corresponde realizar como discípulos de Cristo a nuestras religiosas, a nuestros equipos de pastoral y sacerdotes, ya que este servicio les va a ayudar a descubrir mejor la presencia del Señor en tantos hermanos nuestros que sufren la injusticia, que están necesitados de tanto tipo de ayudas. El mismo Cristo nos dio ejemplo de lo amplia y generosa que ha de ser nuestra caridad… extraordinaria”.
Les aseguró que la suya es una “colaboración a la misión del amor de la Iglesia”, y que con ella “abrirán a todos, los caminos del amor cristiano y de la fraternidad universal”. Y sugirió a los colaboradores que “cuando realicen su tarea, procuren comportarse movidos por el Espíritu del Señor, es decir, con un verdadero cariño, amor de caridad”.
El Obispo hizo hincapié en que la Iglesia necesita personas y espacios donde el orgullo, la soberbia y despotismo que imperan en el mundo no se presenten. “Aquí debe haber mucha humildad”, indicó.
Y finalmente, agregó: que “vamos a estar cerca, vamos a abrir el corazón a los hermanos que sufren, que han tenido muchas desventajas, muchos «No», muchas puertas cerradas. A ver aquí cómo le hacemos para abrazarlas, bendecirlas y acogerlas, con prontitud, cercanía y calidad en el servicio”.