taller comunicacion catequistasint

Texcoco, Méx. 9 de abril 2013. Durante el mes de abril, la Comisión Diocesana de Evangelización y Catequesis, ha propuesto una serie de talleres para el desarrollo de conocimientos y habilidades en comunicación humana, dirigidos a los catequistas de la Diócesis de Texcoco.

El taller “La Alegría de compartir la Buena Nueva”, diseñado para 50 participantes, se realizará en las cinco vicarías episcopales y está basado en la técnica Clown (payaso), que es una técnica de teatro y comedia física.

abrahamflorePPCEsta formación novedosa para impulsar y mejorar el servicio de la catequesis, principalmente en la formación que se imparte a los niños, se solicitó a la Editorial PPC, quien entre su proyecto evangelizador en línea editorial, realiza también un puntual acompañamiento con talleres que apoyen la labor de la catequesis en las diócesis del país, así lo afirmó en entrevista su director Abraham Flores Ramos: “PPC ha tenido la oportunidad de colaborar con la Diócesis de Texcoco y hacer la edición Serie Alianza, los libros del proceso de catequesis escolarizada que se imparte en toda sus comunidades parroquiales. Así que ya están los catecismos, ya están los niños, ya se cuenta con las guías metodológicas, pero hay un elemento importante que también merece de atención en el proceso de formación integral y es el catequista, entonces, como se dice, hay que dar el remedio y el trapito. Esto es lo que intentamos al ofrecer estos talleres”.

Con este taller se busca que el catequista desarrolle habilidades, desde la forma en la que se presenta ante un público o ante un grupo, para mejorar su relación e interacción con las personas a las que se dirige, a través del manejo de una comunicación gestual hasta su capacidad de contar historias de manera lúdica.

El carisma de la actividad que está detrás de esta capacitación, es la esperanza y la alegría, como métodos de comunicación exitosa y comprometida. Así el catequista se estará preparado no sólo para transmitir un tema, sino que descubrirá otra manera de compartir el mensaje del Evangelio y los fundamentos de la Iglesia, estableciendo un contacto directo y de acompañamiento con sus grupos.

Abraham Flores señaló que “el principio de comunicación de Dios con la humanidad se establece a partir del Verbo, que luego se hace carne, y desde antes de la Creación, y desde este momento de la encarnación: comunica. Y a propósito del Papa Francisco y de los signos que nos está dando, nuestro Señor comunica desde el pesebre, el Todopoderoso, en la humildad de un portal de Belén, comunica, y lo hace en el lenguaje humano. Y hoy por hoy nos ha dado la encomienda mayor de ir a proclamar el Evangelio”.

 

 “Si un niño en su proceso educativo en la fe encuentra un catequista verdaderamente entusiasta, apasionado por compartir y hacer muchas cosas, va a seguir adelante en su formación, y este proceso de catequesis va a repercutir en una mejor sociedad, porque son los niños precisamente, quienes desde su edad, son más sensibles a la experiencia trascendente; entonces el catequista como ese discípulo, como ese misionero que hoy requiere la Iglesia, es clave. Por tanto, el taller de comunicación para catequistas “La Alegría de compartir la Buena Nueva”, se basa en aprender a relacionarte con el otro a través del juego, aprender a improvisar, desarrollar la creatividad e irradiar la alegría en el apostolado que se realiza. Jesús es una persona fresca, no es un Dios acartonado, es un Dios vivo, es un Dios que caminaba con la gente”, esto señaló el director de PPC México.

En sintonía con la espiritualidad de comunión que es un elemento esencial del Plan Pastoral Diocesano de esta diócesis, el también ‘ingeniero químico y médico de la risa’ Abraham Flores, mencionó que “Ediciones PPC quiere poner su granito de arena, facilitando y apoyando a los catequistas, porque ellos pueden influir de muchas formas en el niño, y el niño a su vez puede influir en su casa, en su escuela, con sus vecinos, para generar ese efecto multiplicador positivo que vaya dándole una dinámica diferente a nuestra sociedad desde el evangelio. La capacidad de aprender y enseñar las realidades del Reino de Dios viene también de una profunda comunicación con el Señor, y también de una profunda sensibilidad hacia el otro. Es decir, mientras más cristianos, debe ser más humanizante la actitud para con los otros.

Los participantes a este taller tienen una experiencia significativa, en aprender a comunicar desde el juego, pero también desde una reflexión cristiana para mejorar en su interacción con los niños”.
 

Visite la Galería del Taller:

«La alegría de compartir la Buena Nueva»

Aprender a compartir la esperanza y la alegría del Evangelio

 

Por: Abril Villanueva Aguilar, Comisión Diocesana de Comunicación

 

Texcoco, Méx. 9 de abril 2013. Durante el mes de abril, la Comisión Diocesana de Evangelización y Catequesis, ha propuesto una serie de talleres para desarrollo de conocimientos y habilidades en comunicación humana, dirigidos a los catequistas de la Diócesis de Texcoco.

 

El taller “La Alegría de compartir la Buena Nueva”, diseñado para 50 participantes, se realizará en las cinco vicarías episcopales y está basado en la técnica Clown (payaso), que es una técnica de teatro y comedia física.

 

Esta formación novedosa para impulsar y mejorar el servicio de la catequesis, principalmente en la formación que se imparte a los niños, se solicitó a la Editorial PPC, quien entre su proyecto evangelizador en línea editorial, realiza también un puntual acompañamiento con talleres que apoyen la labor de la catequesis en las diócesis del país, así lo afirmó en entrevista su director Abraham Flores Ramos: “PPC ha tenido la oportunidad de colaborar con la Diócesis de Texcoco y hacer la edición Serie Alianza, los libros del proceso de catequesis escolarizada que se imparte en toda sus comunidades parroquiales. Así que ya están los catecismos, ya están los niños, ya se cuenta con las guías metodológicas, pero hay un elemento importante que también merece de atención en el proceso de formación integral y es el catequista, entonces, como se dice, hay que dar el remedio y el trapito. Esto es lo que intentamos al ofrecer estos talleres”.

 

Con este taller se busca que el catequista desarrolle habilidades, desde la forma en la que se presenta ante un público o ante un grupo, para mejorar su relación e interacción con las personas a las que se dirige, a través del manejo de una comunicación gestual hasta su capacidad de contar historias de manera lúdica.

 

El carisma de la actividad que está detrás de esta capacitación, es la esperanza y la alegría, como métodos de comunicación exitosa y comprometida. Así el catequista se estará preparado no sólo para transmitir un tema, sino que descubrirá otra manera de compartir el mensaje del Evangelio y los fundamentos de la Iglesia, estableciendo un contacto directo y de acompañamiento con sus grupos.

 

Abraham Flores señaló que “el principio de comunicación de Dios con la humanidad se establece a partir del Verbo, que luego se hace carne, y desde antes de la Creación, y desde este momento de la encarnación: comunica. Y a propósito del Papa Francisco y de los signos que nos está dando, nuestro Señor comunica desde el pesebre, el Todopoderoso, en la humildad de un portal de Belén, comunica, y los hace en el lenguaje humano. Y hoy por hoy nos ha dado la encomienda mayor de ir a proclamar el Evangelio”.

 

“Si un niño en su proceso educativo en la fe encuentra un catequista verdaderamente entusiasta, apasionado por compartir y hacer muchas cosas, va a seguir adelante en su formación, y este proceso de catequesis va a repercutir en una mejor sociedad, porque son los niños precisamente, quienes desde su edad, son más sensibles a la experiencia trascendente; entonces el catequista como ese discípulo, como ese misionero que hoy requiere la Iglesia, es clave. Por tanto, el taller de comunicación para catequistas “La Alegría de compartir la Buena Nueva”, se basa en aprender a relacionarte con el otro a través del juego, aprender a improvisar, desarrollar la creatividad e irradiar la alegría en el apostolado que se realiza. Jesús es una persona fresca, no es un Dios acartonado, es un Dios vivo, es un Dios que caminaba con la gente”, esto señaló el director de PPC México.

 

En sintonía con la espiritualidad de comunión que es un elemento esencial del Plan Pastoral Diocesano de esta diócesis, el también ‘ingeniero químico y payado de la risa’ Abraham Flores, mencionó que “Ediciones PPC quiere poner su granito de arena, facilitando y apoyando a los catequistas, porque ellos pueden influir de muchas formas en el niño, y el niño a su vez puede influir en su casa, en su escuela, con sus vecinos, para generar ese efecto multiplicador positivo que vaya dándole una dinámica diferente a nuestra sociedad desde el evangelio. La capacidad de aprender y enseñar las realidades del Reino de Dios viene también de una profunda comunicación con el Señor, y también de una profunda sensibilidad hacia el otro. Es decir, mientras más cristianos, debe ser más humanizante la actitud para con los otros.

 

Los participantes a este taller tienen una experiencia significativa, en aprender a comunicar desde el juego, pero también desde una reflexión cristiana para mejorar en su interacción con los niños”.