VIII Encuentro Diocesano De Adolescentes

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VIII Encuentro Diocesano De Adolescentes

Año con año nos congregamos como dimensión adolescente para orar, escuchar la Palabra, participar de la Fracción del Pan, estudiar, apropiarnos de un lema, de un objetivo y convivir a través del compartir las experiencias vividas como adolescentes comprometidos con nuestra Iglesia Diocesana de Texcoco en la Evangelización.

Ha sido providencial que el Papa Francisco haya convocado este AÑO DE LA JUVENTUD. Un año de gracia para toda la Juventud del mundo, en particular para nuestra Diócesis “la Iglesia es consciente de poseer lo que hace la fuerza y el encanto de la juventud: la facultad de alegrarse con lo que comienza, de darse sin recompensa, de renovarse y de partir de nuevo para nuevas conquistas” (Documento preparatorio al Sínodo de Obispos). 

El lema de este encuentro es “Adolescentes con Cristo, más vivos más humanos hacia la Santidad” (Gaudate et exsultate) que es la motivación que encuadra nuestro encuentro y nos lanzará a llevar a Cristo a todos los ámbitos y sectores de nuestras calles, parroquias, decanatos, vicarías y a toda nuestra Diócesis. 

La Dimensión de Adolescentes tiene una “acción misionera” y la hace evidente cuando “va en búsqueda del alejado”, lo acerca a la Casa del Padre, lo invita a participar del Banquete del Señor y de los sacramentos; Inspirándonos en la Evangeli Nuntiadi que dice: “los jóvenes deben ser evangelizadores de los jóvenes”, los adolescentes de nuestra Diócesis hemos tomado la estafeta de este compromiso dentro de la Iglesia colaborando con nuestros Párrocos en cada una de nuestras Parroquias.

Pedimos para todos los participantes en este encuentro de adolescentes el apropiarse del lema que encuadra esta actividad, ya que cada momento vivido podrá ser disfrutado, si no olvidamos: “no tengas miedo de apuntar más alto; de dejarte amar y liberar a Dios; no tengas miedo de dejársete guiar por el Espíritu Santo; la santidad no te hace menos humano, porque es el encuentro de tu debilidad con la fuerza de la gracia; en el fondo, como decía León Bloy: en la vida existe una sola tristeza, la de no ser Santos. (n.34)